Cuando pensamos en los macarrons siempre nos viene a la cabeza Francia. Sin embargo estos dulces tan coloridos y llamativos tienen su origen en la Italia Renacentista del siglo XVI. No obstante, la fama y el refinamiento sí que se lo debemos a nuestros vecinos del norte.
La receta más parecida a la actual es la que surgió en el parisino barrio de Beleville, en el siglo XIX. Desde entonces tienen una costra crujiente y un interior cremoso. En este siglo ya llevaban en su interior mermeladas, licores, especias… Los más famosos se vendían en el Salón de Té de Pons y en la Casa Ladurée. En este último lugar, que aún existe, les daban diferentes colores para diferenciar sus sabores y su función.
Por suerte, su consumo se ha extendido en todo el mundo y se puede encontrar en numerosas pastelerías de diferentes países. ¡Ah! Y además se pueden preparar en casa. Os dejamos la receta de cómo hacer macarrons.