Cada vez es más fácil encontrar leches vegetales en los supermercados y aunque normalmente son más caras que la leche de vaca su precio está bajando gracias a su creciente popularidad. Yo normalmente compro leche de avena pues es de las más baratas y su sabor me gusta más que el de la leche de soja, mucho más popular, aunque ahora es muy fácil encontrar todo tipo de leches vegetales en el supermercado (leche de almendras, leche de avellanas, leche de arroz, leche de coco...).
La leche de almendras es una de las mejores leches vegetales. Se trata de una leche muy nutritiva, rica en calcio, hierro, zinc, manganeso, cobre y ácido fólico a la vez que es baja en calorías, azúcares y grasas. Es muy popular en Estados Unidos y estoy segura de que habréis oído hablar mucho de ella si seguís otros blogs e instagrams americanos. Sin embargo en España no es tan popular y la mayoría de leches de almendras que se venden llevan azúcares añadidos.
Así que lo mejor es preparar la leche de almendras casera para poder disfrutar de sus beneficios sin añadirle nada dañino. Reconozco que no es una receta para hacer cada día porqué tardas un poco en hacerla por lo rápido que se gasta pero siempre es bueno comer lo más natural posible y preparar la leche en casa es la mejor manera de asegurarnos de qué estamos poniendo en nuestro cuerpo.
La leche de almendras casera dura un máximo de cuatro días en la nevera y se tiene que agitar antes de servir. Su sabor es suave y es ideal para incluir en el desayuno o en cualquier otra receta como sustituto de la leche de vaca.
Espero que os guste
Ingredientes:
- 200gr de almendras crudas
- 1 litro de agua
- 1 cucharada de sirope de agave (opcional)
Instrucciones:
Dejamos las almendras con agua en remojo durante 24 horas. Pasadas las 24h escurrimos las almendras y tiramos el agua con la que han estado a remojo.
Trituramos las almendras en una picadora o en un robot de cocina hasta que queden lo más trituradas posible. Cuando estén las almendras trituradas añadimos medio litro de agua y volvemos a triturar. Si queremos añadimos 1 cucharada de sirope de agave o cualquier otro endulzante natural. Añadimos otro medio litro de agua y volvemos a triturar hasta que quede todo revuelto.
Un litro de agua es mucha cantidad y puede que no os quepa todo en una picadora. Una vez está todo mezclado se puede transferir a un bol más grande y mezclarlo todo con la ayuda de una batidora intentando que no salpique fuera del bol.
Colamos la leche con un colador finito. Recomiendo añadir también una gasa por encima para asegurarnos de que no caen restos de almendra en la leche.
Con la pulpa de almendra restante podemos hacer harina de almendra en el horno o utilizarla como topping para desayunos o meriendas.
¡Y listo! La leche de almendras se tiene que guardar en la nevera hasta máximo 4 días después de hacerla.