Hoy toca un plato de cuchara y de pantalones largos: El marmitako (traducción literal: "de la
marmita") es un plato vasco muy
típico entre pescadores (arrantzales) y gente de mar. Es un guiso se hacía en
los barcos cuando iban de campaña con, principalmente: patata, bonito y
pimiento verde, y que hoy en día tiene tanto raigambre que lo podemos encontrar
instalado en muchas fiestas populares de los pueblos en las que no puede faltar
el concurso de marmitako. Y pasa como con las tortillas de patata, que es
diferente dependiendo de quien la haga, incluso utilizando los mismos
ingredientes).
Hoy, sin embargo, le vamos a dar una vuelta de tuerca a la
receta clásica y vamos a convertir este guiso marinero en un guiso de tierra
porque en lugar de cocinarlo con bonito lo vamos a hacer con hongos. El
resultado es un plato muy fino y exquisito. La idea no es mía, yo lo aprendí
con el chef Aingeru Etxebarria, pero lo he hecho mío y ahora está en mi recetario como
un plato demandado que sé que triunfa.
Es rico, sano y económico, ¿qué más se le puede pedir a un
pato?
INGREDIENTES:
1 puerro
1 cebolla y media
1 tomate
1 pimiento verde (no muy grande)
1/4 pimiento rojo
3 o 4 patatas (dependiendo del tamaño y el hambre de los
comensales)
250 g de hongos
2 cucharadas de pulpa o salsa de pimiento choricero
Tomillo
1 chorrito de brandy
tomillo
Sal
Pimienta
MODO DE HACER:
Se corta el puerro, media cebolla, el pimiento verde y el
pimiento rojo en brunoise, se ponen todo en una sartén con aceite y un poco de
sal y se pocha; posteriormente se añaden
las dos cucharadas de pimiento choricero y los hongos y se sigue rehogando.
Se rompen las patatas para que salga el almidón y se añaden
a lo anterior rehogándolas, cuando estén se le añade al guiso el tomillo y el
brandy, moviéndolo y dejándolo al fuego para que se consuma el alcohol.
Se pone en la cazuela la otra cebolla entera pelada y el
tomate y se le agrega agua o caldo hasta cubrir.
Se deja hacer aproximadamente unos 30 minutos (hasta que las
patatas estén hechas), en ese momento se saca la cebolla entera, el tomate y un
poco de caldo y se pasa todo por la batidora. Esta mezcla se devuelve a la
cazuela y se remueve.
Este plato se puede completar con unos huevos poché, uno o
dos por comensal.
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