Si, si, me lo paso teta con las tetas de mi Madre. Da igual si es la derecha como la izquierda. La teta de mi Madre (me repito como mi succión) me da una leche dulce con aroma a vainillay lo bueno es que siempre tiene a mi disposición, no tiene fin.
Ella, mi Madre y la teta, muy incondicionalmente, me la ofrece cuando quiero, a demanda sin negarse en ninguna ocasión.
Un momento mágico para mi es por la mañana cuando la leche fresca sale a chorro…entonces hay un momento que paro de succionar, me alejo de la teta y la leche empapa toda mi cara. Me surge una sonrisa de felicidad y placer. Mi madre y yo nos pringamos de lo lindo…pero es tan divertido…
Con la teta de mi Madre he doblado mi peso en menos de dos meses y me siento fuerte y feliz.
Pienso pasarlo teta durante mucho tiempo ya que es un privilegio que muy pocos a mi edad pueden disfrutar.
Mami, no te dejes engatusar por la 'vaca que ríe'. Ilustración de www.aroideas.com
Además, la teta de mi Madre (vuelvo a succionar) me ofrece calor, me sirve de almohada al terminar de mamar y se está tan a gustito cerca de ella que hace que mi sueño sea profundo y reparador.
Su teta es mollosa y blandita (seguro que muchos adultos se ponen celosos) y aunque el resto de su cuerpo es más bien delgado, sus tetas son mi pasión, bien grandes y hermosas y ese pezón que me ‘llama’ desde la mañana a la noche sin horarios de oficina y sin restricción, sin cierre los domingos ni las fiestas de guardar e incluso está de madrugada, vamos, abierta las 24 horas del día.
Me lo paso teta (succión y succión) y ojalá cada vez seamos más lo que podamos crecer con una teta cerca dándonos lo mejor: AMOR.
MAMI, DALE TETA!!