Revista Música

Mecano – capítulo 1 (la irrupción)

Publicado el 09 octubre 2017 por Perendengon

MECANO – CAPÍTULO 1 (LA IRRUPCIÓN)

Hola Graminoleños.

El artículo de hoy está dedicado a uno de los grupos españoles más elogiados y exitosos de la música pop de nuestro país. Su trascendencia en el panorama musical de los 80 fue total y se convertirían en un grupo de referencia a nivel internacional. Muy pocos artistas han logrado tanta repercusión y tanto éxito en apenas once años de carrera. Estoy hablando de “Mecano”.

Ana Torroja y los hermanos José María y Nacho Cano son parte fundamental de la música española y su música es conocida tanto por aquellos que vivieron su carrera en directo como por las generaciones que llegaron detrás, dejándonos un sinfín de canciones que se han convertido en auténticos himnos y banda sonora de nuestras vidas. Solamente publicarían seis discos mientras permanecieron juntos pero todos y cada uno de ellos supusieron un auténtico hito en su momento. Así pues, agarraos que vienen curvas … curvas musicales, claro está.

Hay que retrotraerse hasta el año 1977 para presenciar lo que sería la semilla de ese éxito. En ese instante José María Cano conoce a Ana Torroja en una fiesta e inician una relación amorosa. Por aquel entonces, él había iniciado su andadura como cantautor tocando la guitarra y desde ese momento utilizaría a Ana como acompañante en los coros intentando abrirse camino dentro de la música. Casi de inmediato, Nacho, hermano pequeño de José María, se une a ellos tras no haber prosperado su proyecto al frente del grupo Prisma, pese a que su manera de hacer música es muy distinta a la de su hermano mayor.

La voz cantante la llevaba en ese momento José María y el trío atendía al nombre de José María Cano y Amigos. En el año 1979 les llega una gran oportunidad ya que participan en un programa de Televisión Española llamado “Gente Joven”, un concurso que buscaba jóvenes talentos, en el que interpretan un par de canciones entre las que se encuentra una versión muy particular de “Al Alba”, la maravillosa canción de ese genio que es Luis Eduardo Aute. El calificativo de particular es por no ser demasiado cruel.

Lo cierto es que su participación en el concurso fue bastante decepcionante y no lograron ningún resultado, por lo que seguirían tocando en locales muy pequeños y algunos colegios mayores de Madrid. En una de esas actuaciones, un cazatalentos les vería y escucharía y les propondría hacer una prueba para una discográfica pero con la condición de que fuese Ana la que se convirtiera en la vocalista del grupo e intentaran dar un toque algo más moderno a su música. La prueba resultaría exitosa y les llegaría la oportunidad de publicar su primer sencillo. Habían nacido oficialmente Mecano.

El aire más juvenil y modernista al grupo se lo daría Nacho, gran admirador del sonido tecno, por lo que ese sería el camino emprendido. En un principio la discográfica no tenía demasiado confianza en ellos por lo que la promoción de ese primer sencillo no sería demasiado grande, pese a lo cual iba a convertirse en muy poco tiempo en un rotundo éxito y en una de sus canciones más representativas. Estoy hablando de la archiconocida “Hoy No Me Puedo Levantar”.

Lo que muy pronto iba a quedar de manifiesto es que tenían iniciativa y valentía. Dado que la promoción que su sello discográfico estaba haciendo dejaba mucho que desear, ellos mismos comprarían de su bolsillo cien copias del disco y las enviarían a distintas emisoras de radio de todo el país. La jugada terminaría siendo maestra ya que esto provocaría que se dieran a conocer debidamente y lograran un éxito de ventas espectacular.

Además, la canción que se incluiría en la cara B de este sencillo sería fundamental para su éxito, ya que obtendría también bastante repercusión. Se trata de una canción dedicada a Madrid en la que José María se saca la espina de haber sido relevado como vocalista. Estoy hablando de “Quiero Vivir en la Ciudad”.

Pese al gran éxito cosechado con su debut, la discográfica no quería pillarse los dedos por lo que antes de arriesgarse a publicar un primer larga duración tomaría la decisión de sacar al mercado un sencillo más, promocionándolo en esta ocasión como es debido, y dependiendo del éxito que obtuviera apostar o no definitivamente por ellos.

Quien demostraría no tener ninguna duda sobre ellos sería el público, ya que “Perdido en mi Habitación” lograría un éxito todavía mayor que el sencillo de debut y sería definitivo para colocarles en la senda de lo que poco después iban a convertirse. Por si fuera poco, esta canción estuvo envuelta en cierta polémica ya que algunos consideraron que hacía apología del consumo de drogas y ya sabemos que por aquella época bastaba que una composición fuese censurada o criticada para que los jóvenes la llevaran a la gloria de manera inmediata.

Tras este segundo éxito por fin llegaría la publicación de su primer álbu, el cual iba a convertirse en uno de los grandes acontecimientos musicales del año 1982. Como no podía ser de otra manera llevaría el título de “Mecano”.

MECANO – CAPÍTULO 1 (LA IRRUPCIÓN)

Las ventas que lograrían con su álbum de debut serían descomunales y a cada nuevo sencillo que iba apareciendo sus ventas aumentaban todavía más. Sin duda alguna se convirtieron en el grupo revelación de ese año y su popularidad se hizo tan grande en tan poco tiempo que todo el mundo los conocía tanto a ellos como a sus canciones que iban siendo publicadas como singles una tras otra.

Si con sus dos primeros sencillos, publicados antes de la aparición en el mercado del álbum, habían logrado un considerable éxito, con el tercero iban a batir todos los records. Os contaba antes que José María y Ana se conocieron en una fiesta y lo curioso del caso es que ella en esa fiesta se había colado. Pues sí, como estaréis imaginando esa historia daría lugar a otra de las canciones más representativas de su carrera como es “Me Colé en una Fiesta”.

A pesar de que su éxito y su popularidad crecían sin parar, un cierto sector tanto de la crítica especializada como del público juvenil español iniciarían una especie de cruzada contra ellos. Les tildaban de pijos, artificiales y niños de papá, sin apenas talento y que iban a ser flor de un día. Como podría comprobarse con el tiempo estaban equivocados de principio a fin.

Críticas y envidias aparte, con cada nuevo tema que era publicado como sencillo batían el número de ventas del anterior. Las cifras alcanzadas con “Me Colé en una Fiesta” parecían imposibles de mejorar. El tema era de esos que se escuchaban una y otra vez en las emisoras de radio y hasta las discotecas llenaban sus pistas cuando la pinchaban. Sin embargo, los pronósticos no se cumplirían porque con el siguiente single romperían de nuevo todas las barreras.

La nueva canción llegaría a mediados de la primavera de 1982 e iba a convertirse en la auténtica canción del verano de ese año. Una melodía de menos a más con un cambio sonoro radical al entrar el estribillo y un estilo tanto visual como musical a lo “new romantic” convertirían a “Maquillaje” en otro de sus clásicos. Que levante la mano quien no ha cantado alguna vez lo de “sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate …”

El sonido que mostrarían en este primer disco y que continuaría siendo una seña de identidad de su primera época, era evidentemente tecno. Los sintetizadores lo llenaban todo y marcaban los tonos de cada una de sus composiciones. Y ahí el que destacaba sobremanera era Nacho Cano. Lo había pasado mal en un principio intentando amoldarse a la música de cautantor que quería hacer su hermano, pero ahora se encontraba en su salsa.

Dentro del disco se encuentra una canción en la que luce todo su talento con los teclados. Por aquel entonces era bastante habitual incluir uno o dos temas totalmente instrumentales en cada álbum, algo que hacían todos los artistas y que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Pues bien, Nacho se mostraría en toda su esencia con una canción de estas características titulada “Boda en Londres”, una composición inspirada en la reciente boda del Príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Di.

Como véis el disco no tenía desperdicio y hasta cuando se equivocaban a la hora de elegir un sencillo a publicar conseguían un rotundo éxito. Me explico. El último tema escogido para salir al mercado como tal no era una de las mejores canciones que se incluían en el álbum, por lo que era de esperar que su éxito fuera menor. Sin embargo, la cara B se convertiría en la canción que tiraría del público para comprar este single.

Ese último sencillo sería “No me Enseñen la Lección” y como ya os cuento no cosecharía demasiado interés entre el público.

A pesar de no atraer demasiado a los fans, el sencillo se vendería muy bien gracias a la tremenda popularidad que adquiriría la canción que iba incluida como cara B. Se trata de un tema marchoso, bailable y desenfadado con una letra muy juvenil que engancharía totalmente al público. Su título “Me Voy de Casa”.

Como puede apreciarse, la totalidad de las canciones que han ido apareciendo hasta el momento eran concebidas totalmente para bailar. Eso no quiere decir que no fuesen capaces de componer e interpretar buenas baladas, ni mucho menos, porque como iremos viendo según avance su carrera éstas ocuparan un lugar destacado.

Por ese motivo no quiero finalizar el apartado dedicado a su primer disco sin destacar una preciosa balada en él incluida. Se trata de “Cenando en París”, una canción romántica con ciertos tintes sonoros de tango. Me gusta.

Como ha sucedido tantas y tantas veces en el mundo de la música (y seguirá sucediendo), el enorme éxito de su primer disco llevaría a la precipitación por publicar un segundo trabajo de inmediato. Y como también ha sucedido tantas y tantas veces, los resultados del nuevo álbum estarían bastante por debajo de los logrados anteriormente.

Este segundo disco llegaría en el año 1983 y llevaría el título de ¿Dónde Está el País de las Hadas?”, y aunque está considerado como el más flojo de todas su carrera, en él se incluyen algunas canciones destacadas y una de las preferidas por el público en sus actuaciones en directo.

MECANO – CAPÍTULO 1 (LA IRRUPCIÓN)

La impresión que da es que sus canciones se compusieron aprisa y corriendo para que saliera al mercado cuanto antes aprovechando el tirón que tenía el grupo tras su primer trabajo. Sus ventas serían buenas, pero evidenciarían un retroceso con respecto al anterior disco. Además tanto en calidad como en cantidas se notaría el bajón, ya que serían bastantes menos las canciones que en esta ocasión calarían profundamente en el público.

Lo curioso del caso es que aunque nos encontramos ante el disco más flojo de toda su carrera, en él aparece la canción que en mi modesto entender es la mejor composición que crearan en su primera época. Se trata de un tema que incide en el mundo de las drogas y que interpretado en directo ponía al público patas abajo. Como muchos os habréis imaginado me estoy refiriendo a “Barco a Venus”. Una vez más los dedos al teclado de Nacho son el complemento ideal a la voz de Ana.

Hay que reconocer que nunca lo tuvieron demasiado fácil. La etiqueta que muchos le pusieron les dejaron al margen de cualquier movimiento musical de aquella época. Recordemos que era el momento culminante de “La Movida” y competir con los grupos y solistas que formaban este movimiento era bastante complicado, pero ellos supieron salir airosos en ese pulso, sobrevivir y convertirse en poco tiempo en el grupo español más importante de aquellos años.

A excepción de “Barco a Venus”, el resto de las canciones de este segundo disco tuvieron una repercusión bastante menor, aunque la elegida como segundo sencillo es uno de mis temas preferidos. Se trata de “El Amante de Fuego” una composición con una melodía arrolladora que te envuelve desde el primer momento y en la que Ana Torroja canta como si estuviese atrapada dentro de ella.

Para cualquier artista el descenso de ventas habría traído consigo un retroceso también en popularidad y las dudas dentro de la discográfica sobre su futuro, pero en esta ocasión no sería así. Pese al pequeño desliz nadie dudaba de que había madera y de que las cosas iban a volver a salir igual de bien que al principio. La voz de Ana cautivaba a todo el mundo y el talento compositor de los hermanos Cano no podía conseguir más que remontar el vuelo.

Además, en este disco mostrarían que eran capaces de moverse a la perfección entre distintos estilos, apareciendo por primera vez la originalidad y versatilidad a la hora de componer que sería una de las señas de identidad del trío en el futuro.

Una de las muestras de esa originalidad vendría de la mano de un tema que podríamos considerar como una especie de pasodoble-tecno y que llevaría el título de “La Fiesta Nacional”. La canción está ambientada en el mundo de los toros y cuenta incluso con la voz en off del mismísimo Matías Prats (padre).

Como ya había sucedido antes, la circunstancia de que una de las canciones incluídas como cara B en alguno de sus sencillos cosechara un gran éxito volvería a repetirse. En algunas ocasiones, el público es bastante peculiar y caprichoso, que le vamos a hacer.

En esta ocasión esa cara B triunfadora sería “Este Chico es una Joya”, otra de las indispensables en sus actuaciones en vivo. No sé si pensar si es que no acertaban al elegir los sencillos o si es que eran tan buenos que todas sus composiciones merecían la pena.

A estas alturas de la película era evidente que las labores de composición las llevaban prácticamente a partes iguales los hermanos Cano. De igual forma, también era evidente que las canciones que componía Nacho obtenían mayor éxito y más aceptación por parte del público que las de José María, así como que el estilo musical que habían terminado por abrazar era el que más iba con el pequeño de los hermanos.

Además, era muy sencillo identificar al primer compás quien había sido el responsable de cada una de las canciones. Las más trepidantes, las más marchosas, las más bailables eran obra de Nacho. Las más tranquilas, las más pausadas, las más profundas eran las concebidas por José María.

Como muestra, un botón. Aquí os dejo una de las canciones compuestas por José María. No es de las más conocidas, no es de las más representativas, pero deja algunas pistas de lo que vendría años después. Su título, “Un Poco Loco”.

Escuchando las canciones de este segundo disco, no cabe ninguna duda de que el pasito que habían dado en lugar de para adelante había sido hacia atrás. Ahora no cabía más que esperar la publicación de su tercer trabajo y salir de dudas de hacia donde se dirigían realmente, si hacia la paulatina desaparición o hacia la cima del éxito.

El tercer disco, fundamental en su carrera como ahora veremos, llegaría en el año 1984 bajo el título de “Ya Viene el Sol” y podría considerarse como un trabajo de constrastes profundos ya que sería el que menos ventas alcanzaría en toda su carrera pero está considerado como el álbum que marcaría la gran evolución que manifestarían en adelante. Curiosamente, el disco menos aceptado por el público sería el de la metamorfosis para convertirse en un grupo de masas.

MECANO – CAPÍTULO 1 (LA IRRUPCIÓN)

El disco es una auténtica revolución considerado con sus dos trabajos anteriores. Su versatilidad es absoluta y son numerosos los estilos musicales que en él podemos encontrar. Desde el sonido industrial más puro y duro al pop más sencillo y comercial. Eso sí, todo con un denominador común: la cada vez más cautivadora voz de Ana Torroja.

Ninguna de las canciones del disco tuvo la trascendencia que tuvieron las de su primer disco, pero de él se extrajeron hasta cinco sencillos que se convertirían en auténticos clásicos. Unos de más calidad y otros de menos, pero en todas ellas puede apreciarse que las ideas fluían en su cabeza y que para terminar de romper solamente hacía falta encontrar la manera de conectar definitivamente con público y crítica.

Esos sonidos innovadores que siempre les habían atraído se harían palpables en el primer sencillo en ser publicado. Se trata de “Japón”, una canción marcada por un sonido industrial muy profundo, con samplers de martillos, maquinaria y voces en off en japonés que en algunos momentos se hace difícil de asimilar pero que demuestra que eran capaces de componer y crear música que aquí en nuestro páis nadie se planteaba hacer.

Por primera vez en su carrera las letras de sus canciones eran más profundas y decían algo más. En sus dos primeros discos el desenfado, la diversión, las historias cotidianas y los temas sin mayor trascendencia eran los que mostraban en sus canciones. Sin embargo, a partir de este momento, por muy sencilla que fuera una de sus composiciones, por muy sinsustancia que fuese su título, detrás se escondía siempre algo que decir.

Sin duda alguna, la canción más representativa de este cambio sería “Aire”, una preciosa balada en la que Ana muestra todos sus progresos vocales, llegando a notas que antes eran inimaginables para ella, interpretando con una espectacular sensibilidad este clásico compuesto por José María.

Por cierto, esta canción tendría dos características que ya hemos apreciado en sus dos anteriores discos. Por un lado se trata de la cara B de uno de sus sencillos, por lo que se repetía la historia de que una de las canciones “complementarias” iba a convertirse en un tremendo éxito y en esta ocasión, además, posiblemente sea la mejor del disco. Por otra parte, sus habituales detractores continuarían sus críticas basándose en que su letra vuelve a hablar del consumo de drogas, algo bastante recurrente por parte de estos individuos. Creo que lo que realmentes les pasaba es que muy a su pesar se estaban percatando de que su éxito total estaba muy cerca.

Eso sí, algunos de los temas incluidos en el disco mantienen la estructura, tonalidad y desenfado que habían mostrado hasta ese instante, algo que puede apreciarse a la perfección en otro de los sencillos publicados. Se trata de “Hawaii-Bombay”, una canción con una letra curiosa y una melodía pegadiza que se ha convertido en otro de sus clásicos. Si os soy sincero nunca he entendido la gracia de esta canción. En mi modesto entender es una de las peores de su trayectoria, pero he de reconocer que todos hemos caído alguna vez en lo de “Hawaii-Bombay son dos paraísos que a veces yo me monto en mi piso”. Tremendo.

Como ya os comentaba hace un momento, por muy sencilla que parezca una canción y por muy poco trabajado que se muestre su título, su letra intentaba de algún modo decirnos algo. Esto iba a suceder con dos de las canciones más representativas de este tercer álbum y que son las que a mí particularmente más me gustan.

La primera de ellas llevaría el título de “Busco Algo Barato” y dicho así pues parece una canción sencilla sin más. Sin embargo en ella abordan el excesivo consumismo en el que se había sumido la sociedad y en el afán de comprar compulsivamente y gastar dinero en cosas superfluas. Se trata de una canción en el que el sonido de la caja de ritmos es fundamental.

La segunda de estas canciones, mi preferida, aborda un tema muy habitual en el mundo de la música: la crítica a las guerras y a los gobernantes que las provocan. En esta ocasión su letra se adentra en el mundo de la por aquel entonces creciente “Guerra Fría” entre Estados Unidos y Rusia.

Como muchos os estaréis imaginando me estoy refiriendo a “No Pintamos Nada”, un tema que además de hablar de la lucha este-oeste, muestra una estructura a mi modo de entender espectacular. Con un sonido puramente tecno y continuas variaciones en las que nos encontramos por momentos a Ana y José María prácticamente recitando en un susurro y en otros momentos a Ana mostrando toda su sonoridad.

Lo que estaba muy claro es que con este disco ponían punto y final a una etapa e iniciaban un nuevo modelo de hacer música. Podía decirse que este sería el álbum de transición que marcaría su carrera y que provocaría de alguna manera su reinvención.

De hecho, una de las canciones incluídas en el álbum, otra de las caras B de sus sencillos, hablaba de este fin de etapa. Se trata de una canción en la que hablan de lo que habían sido y de lo que habían hecho hasta ese momento, de sus vivencias, de sus recuerdos, los cuales iban a quedar encerrados metafóricamente en un cajón. Me estoy refiriendo a una especie de canción “autobiográfica” titulada “La Estación”.

Sin ser un mal disco sí que es cierto que como concepto no tuvo la aceptación y la categoría de sus dos trabajos anteriores. Su casa discofráfica siempre se mostró reticente a confiar en ellos pese al tremendo éxito que cosecharon con su álbum de debut y llegaron a la conclusión de que nunca volverían a publicar un disco de ese nivel, por lo que su creyeron que su declive era evidente y era prácticamente inútil seguir promocionando su carrera. Que Dios les conserve la vista.

Así las cosas, el trío llegaría a la conclusión de que lo mejor era cambiar de aires e intentar proseguir su carrera en manos de otro sello que apostara debidamente por ellos. Como ha sucedido tantas y tantas veces en el mundo de la musica, contractualmente todavía tenían que publicar un último disco con la CBS, por lo que para salir del paso aparecería en el mercado un disco grabado en directo que llevaría el título de “Mecano en Concierto”.

MECANO – CAPÍTULO 1 (LA IRRUPCIÓN)

Se encontraban pues en un momento muy importante de su carrera. Conviviendo con “La Movida” habían sabido defender su esencia y crearse un espacio en el panorama musical español, pero tras un inicio arrollador parecía que se habían estancado de alguna manera. Era una auténtica incógnica saber cual iba a ser su futuro.

Lo que estaba claro es que su primera etapa había finalizado ya y fuera lo que fuese que viniera de ahora en adelante tenía que ser algo diferente a lo realizado hasta el momento. Como os estaréis imaginando, esta incógnita será despejada en unos días porque por hoy ya hemos disfrutado, y de que manera, suficientemente de la música de Mecano.

Asi que … hasta la próxima, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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