Revista Cocina

Oñati, una villa con olor a chocolate

Por Magdalena
La verdad es que yo casi nunca estoy por aquí (Balmaseda-Bilbao-Sur de Europa) en estas fechas, pues suelo trabajar bastante, y mis fechas de escape de Noruega suelen ser más frecuentes durante el resto del año, pues es cuando quiero huir de la climatología, pero por circunstancias, he pasado varias semanas por aquí, cosa que no hacía en julio-agosto desde hacía 15 años.
OÑATI, UNA VILLA CON OLOR A CHOCOLATE
Y aunque esto puede parecer relajante, lo cierto es que la vorágine de las diversas actividades laborales-familiares hacen que lo que podría ser relax no lo sea...y en medio de este frenesí veraniego recibo un mensaje de una compañera sommelier de chocolates muy implicada en ayudar y fomentar el cultivo de cacao y producción de chocolates en Filipinas. Ella lo hace a través de una fundación, Moulinet chocolate, de la cual es fundadora, y mediante la cual está haciendo catas de chocolate en Manila. Ella me preguntó por informaciones sobre cacao y chocolate relacionadas con la historia de España, que fueran más allá del asunto de que Cortés trajo el chocolate y que de aquí se extendió al resto de Europa. Por todo esto, decidí que sería interesante darse una vuelta por Oñati, pues según tenía entendido, aún hay mucho resto de su pasado chocolatero...
OÑATI, UNA VILLA CON OLOR A CHOCOLATE Y fue una buena idea. Me dirigí a Txokolateixia, en Kale Barría 29, donde encontramos un centro de interpretación de chocolate, en donde estaba antiguamente la Chocolatería Orbea. 
Aquí podemos encontrar una colección de chocolateras antiguas, molinos y molinillos, metates, moldes, piedras de moler, así como cantidad de carteles, fotos, papeles de tabletas de la zona a lo largo de muchos años, y documentos como recibos y contratos de hace muchísimos años atrás.
OÑATI, UNA VILLA CON OLOR A CHOCOLATE Además, yo fui tan afortunada que me encontré con Antón Azpiazu, un hombre que ha dedicado muchos años al chocolate, y que, aunque jubilado, colabora con Txokolateixia compartiendo sus conocimientos sobre este producto con los visitantes, en visitas guiadas en las que se explican distintos aspectos del chocolate, pero sobre todo, algo básico, el proceso de haba a tableta, que Antón explica de principio a fin, mostrando la evolución de las habas, y dejando bien claro de que se compone el chocolate.
Antón explicaba estas cosas que yo conozco bastante bien, así que aproveche para sacar fotos alrededor, pero cuando empezaron las preguntas...le conté cuál era el motivo de mi visita, y es que, este hombre es un pozo de conocimiento en lo referente a detalles históricos, y un erudito en la relación País Vasco-chocolate...y prueba de ello es un libro, trabajo de casi dos décadas, con documentación exhaustiva sobre este tema, “Kakaoaren iluntasuna eta txokolatearen magia Oñatin”,una joya histórica al que voy a dedicar un tiempecito...
Aparte del interés histórico-culinario, en este centro también podemos adquirir una variedad de  tabletas elaboradas de principio a fin allí, en Oñati, y de paso darnos un paseo por la villa, que dicho sea de paso, me encantó, ya que nunca había visitado, pero que sin duda, volveré a visitar.
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