Muy popular en Brasil, aunque de origen europeo, el pão de mel es un esponjoso y jugoso pastelito elaborado a base de cacao, miel y especias (clavo, canela, nuez moscada y, a veces, jengibre), cubierto por una irresistible capa de chocolate, y habitualmente relleno de cremoso dulce de leche.
Cuentan que la idea de bañar el pan de miel con chocolate se remonta a la época en la que el cacao fue llevado de América Central a Europa. Los pasteleros descubrieron que cubriendo el bizcochito con una capa de chocolate fundido, la masa mantenía su humedad y sabor durante más tiempo.
Con los años, la receta ha ido evolucionando hasta encontrar pães de mel rellenos de todo tipo de cremas y sabores. No es raro encontrarlos decorados y con coberturas variadas, ideales para fiestas y ocasiones especiales.
Los míos son un poquito más grandes de lo habitual. Y es que me pasé rellenando los moldes. Ya sabéis que a mí eso de escatimar no me va. Prefiero que sobre a que falte. Abundancia ante todo. No obstante, si deseáis reproducir esta receta lo más fielmente posible, os recomiendo rellenar una tercera parte de los moldes, o incluso menos. Con lo que si a mí me salieron 10 grandotes, lo mas probable es que obtengáis de 12 a 14 unidades.
Pão de mel:
INGREDIENTES
- 140g de leche
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 3 clavos
- 1/8 de cucharadita de nuez moscada en polvo
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 120g de miel
- 2 huevos de la talla L
- 40g de azúcar moreno
- 75g de aceite de oliva virgen extra suave
- 33g de cacao puro en polvo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharada de levadura química en polvo
- un pellizco de sal
- 225g de harina
- 200g de chocolate negro para postres, fundido
- dulce de leche
PREPARACIÓN
- Comenzamos calentando en un caso la leche con la canela, el clavo, la nuez moscada, la vainilla y la miel. Dejamos reposar la infusión durante 20 minutos.
- Pasado este tiempo, batimos ligeramente los huevos con el azúcar moreno. Añadimos el aceite de oliva y mezclamos. A continuación, la leche infusionada (sin los clavos) y mezclamos muy bien todo.
- Por otro lado, tamizamos juntos el cacao, el bicarbonato, la sal, la levadura y la harina; y los añadimos a la mezcla anterior. Removemos con una espátula y rellenamos con la preparación una manga pastelera desechable. Cerramos muy bien, y dejamos reposar en la nevera durante una hora, mínimo.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Con la ayuda de la manga, rellenamos una tercera parte de los moldes (previamente engrasados con aceite de oliva). Horneamos 18 minutos a 180ºC.
- Dejamos que enfríen por completo sobre una rejilla y, a continuación, los cortamos por la mitad con un cuchillo de sierra. Los rellenamos con dulce de leche, y los cubrimos con le chocolate fundido. Dejamos que la cobertura se endurezca completamente antes de servir.
¡¡Un besazo!!