Está claro que en mi casa la heladera no triunfaría. Juan también se decanta por este tipo de helados y es lo que suelo hacer. Aprovechando que el otro día le regalaron un montón de pomelos decidí sacarle partido a un par de ellos con estos refrescantes polos.
Para que los pobres no sufrieran mucho, les saqué las fotos pasadas las nueve de la noche. Después nos los comimos, que todo esfuerzo merece su recompensa, jeje.
INGREDIENTES:
- 100 gr. de agua
- 100 gr. de azúcar
- 300 ml. de zumo de pomelo
PREPARACIÓN:
Preparamos un almíbar. Ponemos el agua y azúcar en un cazo y removemos. Dejamos hervir unos minutos, apartamos del fuego y dejamos enfriar. Mezclamos el almíbar con el zumo de pomelo y rellenamos los moldes. Los metemos en el congelador y pasada una hora metemos los palitos. Volvemos al congelador.
Y cuándo más apetezcan, los disfrutamos!!!