Cada vez que me hablaban de sopa paraguaya, me imaginaba una sopa líquida, como les habrá pasado a muchos de ustedes. Hasta que la probé, y sorprendida por su textura y sabor me propuse hacerla en casa para comer con mi familia y para compartir la receta con mis lectores! Siempre pensé que era algo complejo de preparar, pero la verdad es que es súper sencillo, sólo necesitan los ingredientes exactos. Cuando vayan a la dietética compren la harina de maíz especial para sopa paraguaya. No se confundan con la de polenta, porque no sirve! Amo la combinación queso y cebolla, para mí una receta que tenga esa dupla no puede fallar. A mi nena le encantó, y además de ser una comida nutritiva es rica y práctica, ideal para comer de entrada o incluso para una picada. Hoy les comparto la receta básica, pero también le pueden quedar muy bien unas buenas salchichas, o cantimpalo, unos pedazos de morcilla, tomates secos o aceitunas. Aprovecho para mostrarles mi rallador hermoso Microplane, es de lo mejor que me puede haber pasado en materia de utensilios, se los juro! Ralla todo sin esfuerzo, ideal para quesos duros, chocolate y las ralladuras de cítricos. Lo conseguí a través de Lecuine, por si les interesa. Abajo les muestro la foto, porque además es re lindo y canchero, como para mandarse la parte frente a otros cocineros!
Ahora sí, va la receta!
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