Menudo invierno que estamos teniendo, y no es que haga mucho frío, pero lo que es lluvia, estamos teniendo ración doble o más.
Dado que llevamos unas cuantas semanas de agua (sobre todo los fines de semana) y como estoy seguro de que nos quedan todavía algunas más, hoy os traigo una actividad para hacer con los peques en casa. Si sois asiduos a nuestro blog, sabréis que los peques de esta casa son muy aficionados a la cocina y más concretamente a la repostería.
Con la llegada de los reyes magos, nuestras tardes en casa han sido un pelín más entretenidas de lo normal, ya que teníamos mucho juego nuevo donde escoger y como todo es novedad, nos pasábamos largos ratos de juguete en juguete.
Pero, como de todo nos llegamos a aburrir, sobre todo yo, se me ocurrió la brillante idea de preguntarles a los niños que podríamos hacer algún taller.
Taller en casa para mí, es lo que viene a ser coger unas cartulinas recortarlas y pegarlas a modo mural o hacer figuras de plastilina y cosas así.
Pero de un tiempo a esta parte, para los señores de la casa, el hacer un taller significa que nos vamos a meter en la cocina y hacer un postre rico para después comérselo.
Como esta vez fue algo improvisado, me fui a la nevera para ver que podíamos hacer y aunque pensé en bajar a por ingredientes, solo con asomarme y ver lo desapacible que estaba la tarde, les dije a los niños que haríamos un postre con lo que tuviésemos en casa.
Una vez visto la despensa y los recursos de los que disponíamos, nos dispusimos a buscar el postre que más nos apetecía hacer (o comer). Al final nos decidimos por hacer unos dalkys. La receta que encontramos en pequesgolosos, es increíblemente fácil, de hecho ponía que se hacía en 15 minutos, por lo que tuve que alargar un poquito el tema para tenerlos entretenidos un buen rato.
Para los que nos leéis desde hace algún tiempo, veréis que volvemos a hacer algo de chocolate, porqué será, jeje .
Aquí, antes de nada, tengo que decir que nos salieron de miedo, estaban buenísimos. Al día siguiente tuvimos comida en casa y con el postre triunfamos, tanto que no sobró ni uno (para otra haremos el doble de cantidad).
Os cuento un poco la receta y su elaboración para 8 copas. Se necesitan 3 huevos, 3 cucharadas abundantes de azúcar, 6 cucharadas abundantes de cacao a la taza en polvo, 2 cucharas de postre de maicena, 750ml de leche entera y nata montada en spray.
Lo primero que hicimos fue ir añadiendo todos los ingredientes, menos 250 ml de leche que separaremos para después. Eso sí, recordarles a los niños que los ingredientes deben ir dentro del bol, os lo digo porque a mí se me olvidó, jeje (ver foto).
Después de mezclarlo todo en un recipiente, lo ponemos al fuego y removemos sin parar con una cuchara de madera hasta que se obtenga una crema. Suele ser unos 7 u 8 minutos, depende de la temperatura a la que lo pongáis.
Cuando tengáis preparada la crema le añadís los 250ml de leche que habíamos separado (previamente la habremos templado un poquito) y lo pasamos por la batidora para que se mezcle bien. Luego unos 3 o 4 minutos más al fuego sin dejar de remover.
Muy importante que lo dejéis enfriar y luego para el frigorífico, porque sabe mucho más rico frío. Yo le añado la nata montada antes de servir para que no se baje. Aquí es donde tuve un problemilla con los peques, porque no querían esperar a que enfriasen y lo que querían era comérselos ya, así que tuve que dejarles meter el dedo en los recipientes (se chuparon los dedos…).
Como veis es muy fácil y los niños se lo pasaron genial tanto a la hora de hacerlos, como a la hora de comerlos, jeje. Un saludo de Asturianinos.