Restaurante Palosanto, buen tapeo
En Restaurante Palosanto encontraremos buen tapeo. O buenos platillos. O buena fórmula mediodía... la verdad es que su oferta permite cualquiera de las tres opciones a cualquier hora. Siempre es de agradecer dada la zona en la que se encuentra, que sean flexibles.
Restaurante Palosanto está en el barrio gótico, aunque por lo que he visto hay otro en la Rambla del Raval del mismo nombre, pero sin ninguna relación creo. Hablaremos de Palosanto de la calle Avinyó. Allí, entre las callejuelas que no acabo de dominar (suerte de google maps) y con una buena terraza en la plaza George Orwell, encontramos un local agradable, con una decoración interior que combina blancos azulejos, maderas naturales y paredes de obra vista. Al entrar encontramos una zona de mesas altas, aunque más al fondo, justo antes de las escaleras que dan entrada al Kokka, podemos sentarnos en mesas de altura convencional.
Restaurante Palosanto pertenece a Grupo San Telmo y, como hemos dicho, comparte local con su barra peruano japonesa. Ya habíamos visitado otro de sus restaurantes y nos había gustado. Nuestra visita a Palo Santo confirma la apuesta de este grupo por el producto fresco y por una elaboración que ayuda a realzarlo.
Su carta es variada. Con una base de cocina mediterránea, hace guiños a las nuevas tendencias y juega a dar algún toque diferencial e incluso internacional en sus platos. De ahí que para probar más variedad, escogemos tres platos, después de escuchar las sugerencias de la camarera.
Empezamos con la parte de pescado, por decirlo de alguna manera que elegimos de su parte de carta llamada Del Mar. Dos elaboraciones bien diferentes: tacos de atún marinados con quinoa y cebolla de Figueras y calamar a la plancha con ajo y perejil.
Los platos son buenas raciones, buenos para compartir. El uso de la quinoa en los tacos de atún es un acierto. El marinado es suave y permite saborear el atún. La elección de los calamares fue precisamente por su forma de ser ofrecidos: simple y llanamente a la plancha. La mejor forma de apreciarlos. Muy sabrosos, tiernos y muy bien hechos. Como siempre decimos, fuera máscaras si no son para realzar. Difícilmente se hubiera podido lucir mejor el calamar.
Después de estos dos platos, viene nuestro plato de "La Tierra", es decir, de carne. Optamos por el steak tartar. En su carta indican que es de filete de ternera y tiene un peso de 180 gramos. Os podéis hacer una idea de la cantidad. Después de los dos anteriores, con este es más que suficiente para una comida para dos. Servido en madera, viene acompañado de unas patatas fritas y tostadas de pan.
No nos saltamos el postre de elaboración casera, hecho por ellos mismos. No falta casi nada de lo más demandado: Crema catalana (eso si, infusionada con romero), Coulant, Lemon Pie, pan con chocolate aceite y sal y helados de Sandro Dessi. Hay dos más, los que elegimos: la tatin de manzana y crema fresca y el bizcocho moscovado, helado de canela y géle de amaretto. Me quedo con los dos.
En la carta de Restaurante Palosanto sus precios varían. Si prefieres un tapeo, puedes encontrar tapas por un precio medio de 6 Euros. Los platillos suben algo más, pero el precio es adecuado para la cantidad y calidad que se puede degustar. Nada desorbitado.
Tomad nota. Visitadlo, vale la pena. Que un restaurante forme parte de un grupo no necesariamente es algo negativo. Igual que el hecho de estar ubicado en una zona turística. Creo que todos estos tópicos ya pasaron a la historia.
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Restaurante Palosanto de @gruposantelmo Click to Tweet