Revista Música

Revólver – parte iii (la evolución)

Publicado el 12 septiembre 2016 por Perendengon

revolveriano

Hola Graminoleños.

“La Graminola” de hoy sigue contando la historia de Revólver, es decir, la historia de Carlos Goñi, adentrándose en su etapa más reciente, desde el año 2008 hasta la actualidad, momento en el que alcanzaría la madurez más absoluta y empezaría a publicar discos menos comerciales, más intimistas y llenos de fusión con otros estilos y culturas. Vamos con ello.

Tras la publicación de “Básico 3”, Carlos Goñi decidiría darle un giro a su manera de hacer música y de esta manera nacería “21 Gramos”, un título que deja bien a las claras lo que va a contener ya que es sabido que 21 gramos es lo que dicen que pesa el alma humana.

El disco se publicaría en el año 2008 y como adelanto saldría al mercado el primer sencillo titulado “Tiempo Pequeño”, en el que pueden apreciarse los arreglos orquestales de metal y cuerda que serían característicos de prácticamente todas las canciones que lo componen.

Nos encontraríamos ante un disco mucho más reflexivo y personal, lejos de todo lo que Goñi había hecho hasta ahora. Ni una muestra del rock agresivo y potente de “Mestizo” y con unas letras mucho más personales y románticas, alejadas de la crítica social de la que tanto se había hecho eco en sus últimos trabajos. Podría decirse que “21 Gramos” es el alma de Carlos Goñi.

Otra prueba ineqúivoca de que éste era un disco muy especial e íntimo es que Goñi toca prácticamente todos los instrumentos, dándole su toque personal a cada uno de ellos, y dejando su sensibilidad y sensimiento en canciones como “Clarisa”.

Aunque el disco desconcertaría un tanto a sus habituales seguidores, sus ventas sería bastante buenas y es que la crítica que recibiría sería muy buena, calificándolo en algunos casos como magistral. Cierto es que no había ninguna canción que destacase por sí sola, de esas que se convierten en un bombazo nada más escucharlas, pero el disco en su conjunto desborda calidad y sensibilidad por los cuatro costados.

El prestigio que Revólver había adquirido a lo largo de su trayectoria era tal, que cualquier gira, cualquier actuación en directo era sinónimo de éxito, realizando en esta ocasión, además, una gira triunfal por toda Latinoamericana, mostrándole al público del otro lado del charco tanto la calidad de sus últimas creaciones como la potencia de sus éxitos de siempre. A buen seguro que no dejaría de sonar un tema como este “Y Pasa el Tiempo”, uno de los mejores del disco, sin duda alguna.

Tan sólo un año después, Revólver publicaría un recopilatorio a lo grande titulado “Que Veinte Años No Es Nada”, celebrando su vigésimo aniversario en la carretera. Veinte años de historia, veinte años de música, recogidos en una caja con dos discos en los que se incluían sus grandes éxitos, otro más con rarezas y colaboraciones y un DVD con un mítico concierto celebrado en la Sala Conde Duque de Madrid. Pura historia viva de la música española.

Mientras tanto, Goñi no perdería el tiempo. Durante cuatro años había estado viajando al norte de África, empapándose de su cultura, de sus tradiciones y, por supuesto, de su música. Tenía en la cabeza fusionar el rock de Revólver con los sonidos de las tierras africanas. De esta manera, en el año 2011 vería la luz su disco más original titulado “Argán”.

El argán es una planta de la que se extrae un famoso aceite que crece en las tierras de Marruecos, y allí es donde Goñi y su equipo se trasladarían, concretamente a Marrakech, para grabar este ambicioso disco en el que se fusionan el rock y la música popular magrebí, algo que ya se aprecia en el primer sencillo de este disco que llevaría el título de “Quiero Aire”.

El disco es una auténtica genialidad y viendo el resultado final bien mereció el esfuerzo realizado por Carlos Goñi y los suyos, empapándose de la cultura marroquí durante casi cuatro años y trasladando todo el material del estudio de La Eliana hasta Marraquech para grabar junto a músicos locales la totalidad de las canciones que lo conformarn. Chapeau.

Las críticas del disco fueron bastante buenas y sus ventas también, sin llegar a las de sus grandes discos de su época dorada, pero calaría en el público en general esta mezcla de culturas. En mi modesta opinión, la obra maestra de esta fusión rock-magrebí la podemos apreciar en “No Hay Mañanas”, otro de los singles publicados en el que la guitarra más rockera se mezcla con los instrumentos locales para dejarnos una canción grande, muy grande.

El disco tiene un aire de exotismo que mezcla a la perfección con la música de Revólver y en algunas de las letras de las canciones se incluyen partes cantadas en árabe por artistas locales. Cualquiera de sus temas nos hace viajar de inmediato a las tierras marroquíes, como esta “Lo Que Me Hace Feliz”.

Se iniciaría entonces un periodo de calma en el aspecto de componer nuevas canciones, no así en la actividad de Revólver, ya que Carlos Goñi repescaría de alguna manera sus inicios como músico, recuperando la música de Comité Cisne, en un proyecto que denominaría “Comité” y que le llevaría a salir de gira tocando y cantando en esta ocasión los temas del grupo que le dio la alternativa en el panorama musical español.

En el año 2013, Carlos Goñi se sacaría una pequeña espina que tenía clavada. Hasta el momento había publicado hasta tres discos grabados en directo, los tres “Básicos”, pero siempre con sonido acústico. Era extraño que una banda de rock como la suya no tuviese en el mercado un disco en vivo con toda la descarga eléctrica de sus guitarras. Pues bien, ese año por fin aparecería el disco que de alguna manera serviría de contraprestación a los “Básicos”, titulado “Enjoy” y grabado en la sala Joy Eslava de Madrid.

La grabación hubo de retrasarse unos meses porque tras una caída Goñi se fracturaría un brazo, pero por fin podría ponerse manos a la obra y grabar ese disco que tanto ansiaba, en el que Miguel Ríos colaboraría prestando su voz al tema “Dos Por Dos”.

Durante la gira de “Enjoy”, Carlos Goñi empezaría a componer y a preparar las canciones que iban a formar parte del que hasta ahora es su último disco en el mercado. “Babilonia” aparecería en el mercado en el año 2015 y puede considerarse como un álbum minimalista interpretado únicamente por tres músicos, el propio Goñi y sus colaboradores de cabecera Manuel Bagües y Julián Nemesio.

Un par de meses antes de la publicación del disco, aparecería en el mercado como adelanto y carta de presentación el single “Entre las Nubes”, en el que se puede apreciar un sonido contundente y en el que manda las guitarras cercano a “Mestizo” y a su gira “Enjoy”.

Aunque la promoción del disco no fue espectacular, las críticas hacia la música que lo conforman fueron bastante buenas y en su primera semana en el mercado lograría llegar al número 2 de las listas de ventas de España. De cualquier forma, Revólver tiene ya un estatus creado tan grande que puede permitirse el lujo de hacer la música que quiera y cuando quiera.

Hasta aquí llega “La Graminola” de hoy y hasta aquí llega la historia de Revólver, o si queréis la historia de Carlos Goñi, uno de los artistas más grandes que ha dado el rock en nuestro país y al que le queda recorrido todavía para rato. Quien sabe si dentro de diez o quince años tendré que dedicarle otra entrada deleitándonos con otros cuantos discos que vaya publicando. Eso sí, que no me olvido, no. La próxima entrada de “La Graminola” continuará dedicada a Revólver, en esta ocasión a sus tres conciertos “básicos”. No faltéis, os aseguro que merecela pena.

Por supuesto no olvidéis que también merece la pena visitar la página de nuestras amigas de “Esencia de Trementina” que ya están volviendo de vacaciones y en breve nos mostrarán sus nuevas creaciones.

https://esenciadetrementina.wordpress.com/

Hasta la próxima, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


REVÓLVER – PARTE III (LA EVOLUCIÓN)

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