INGREDIENTES:
- 1 kg de riñones de cerdo
- Sal gorda
- 3 o 4 dientes de ajo
- 1 guindilla de cayena (opional)
- 1 vaso de vino de Jerez oloroso
- 1 hoja de laurel
- Un poquito de perejil (yo no lo puse)
- 1 cucharadita de Maizena
- 1/4 vaso de agua
- Aceite de oliva virgen extra
MODO DE HACERLO:
- Lo primero que tenemos que hacer es limpiar a fondo los riñones.
- Partimos los riñones longitudinalmente y les quitamos lo más que podamos de lo blanco.
- Cortamos en trozos cada una de las partes de los riñones.
- Esta operación hay carnicerías que te lo hacen, en mi caso los compré en un matadero y entonces no me lo hicieron.
- Hay distintos métodos para limpiarlos pero el que siempre nos ha resultado bien es el siguiente:
- Colocamos todos los trozos de riñones en un bol y les añadimos abundante sal gorda, los removemos y dejamos reposar una hora, removiendo de vez en cuando.
- Pasada la hora colocamos una rustidera o una sartén grande al fuego y cuando esté muy caliente (esto es importante) echamos los riñones y los movemos con una espátula de madera para que no que peguen.
- Inclinamos la rustidera o sartén y con una cuchara de servir vamos quitando todo el caldo que desprende y tirándolo (lo podemos echar en el bol donde estaban los riñones anteriormente), seguimos rehogando y quitando todo el líquido que desprendan hasta que no salga más líquido.
- Volteamos los riñones en un escurreverduras y pasamos por el grifo del agua moviéndolos para que se laven bien. Esta operación es importante realizarla a fondo para que el agua arrastre todas las impurezas.
- Picamos los ajos muy pequeñitos y los doramos en una sartén con aceite, añadimos los riñones limpios, la guindilla de cayena si nos gusta que piquen un poco y los rehogamos bien.
- Al cabo de unos 5 minutos agregamos el oloroso y dejamos cocer todo unos 15 minutos aproximadamente, tapando la sartén o rustidera pasados los primeros 5 minutos y removiendo de vez en cuando.
- Disolvemos la cucharadita de Maizena en el 1/4 de vaso de agua y lo agregamos a los riñones para espesar la salsa.
- Retiramos del fuego, pasamos a una fuente y ¡¡YA ESTÁN LISTOS PARA COMER!!
- Una vez cocinados congelan muy bien.