A pesar de la creencia popular de que la sandía se compone sólo de agua y azúcar, se considera realmente un alimento rico en nutrientes, que proporciona una gran cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes, aportando una baja cantidad de calorías.
Las sandías se han convertido en sinónimo de verano y días de campo, y por buenas razones. Su refrescante sabor dulce ayuda a combatir el calor y también es un postre saludable y económico.
Junto con el melón, las sandías son un miembro de la familia botánica de las cucurbitáceas.
Originaria de África, hoy en día se cultiva de manera extendida por todo el mundo. En España fue introducida por los árabes; actualmente se cultiva por toda la península, principalmente en Andalucía y en la zona de Levante.
Propiedades nutricionales de la sandía
Una taza de sandía en cubos (152 g) contiene 43 calorías, 0 g de grasa, 2 g de sodio, 11 g de hidratos de carbono (incluyendo 9 g de azúcar) y 1 g de fibra. Una taza de sandía proporcionará 17% de vitamina A, 21% de vitamina C, 2% de hierro y 1% de las necesidades de calcio diarias.
La sandía también contiene tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B-6, ácido fólico, ácido pantoténico, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre, manganeso, selenio, colina, licopeno y betaína. La sandía contiene más licopeno que cualquier otra fruta o verdura.
A pesar de ser una gran fuente de los nutrientes anteriores, la sandía se compone de 92% de agua.
Posibles beneficios para la salud de la sandía
Muchos estudios han sugerido que el aumento del consumo de alimentos de origen vegetal como la sandía disminuye el riesgo de obesidad y de la mortalidad general, diabetes, enfermedades del corazón y promueve un cutis y un cabello sano y una mejoría en el control del peso.
Las dietas ricas en licopeno puede ayudar a proteger contra enfermedades del corazón.
Como una excelente fuente de vitamina C y otros antioxidantes, la sandía puede ayudar a combatir la formación de radicales libres que pueden aumentar el riesgo de producir cáncer. La ingesta de licopeno se ha relacionado con un menor riesgo de cáncer de próstata en varios estudios.
La digestión y la regularidad: Sandía, debido a su contenido de agua y fibra, ayuda a prevenir el estreñimiento y promover la regularidad de un sistema digestivo saludable.
Hidratación: Compuesto por 92% de agua y rica en electrolitos importantes, la sandía es un gran aliado para tener a mano durante los calurosos meses de verano que ayuda a evitar la deshidratación.
La colina es un nutriente muy importante y versátil en la sandía que ayuda a nuestro cuerpo durante el sueño, el movimiento muscular, el aprendizaje y la memoria. La colina también ayuda a mantener la estructura de las membranas celulares, ayuda en la transmisión de los impulsos nerviosos, en la absorción de la grasa y reduce inflammation crónica.
Parece que la sandía y el jugo de la sandía se han demostrado eficientes para reducir el dolor muscular y mejorar el tiempo de recuperación después del ejercicio en los atletas. Los investigadores creen que esto es probable que hacer para el aminoácido L-citrulina contenida en la sandía.
La sandía también es ideal para la piel, ya que contiene vitamina A, un nutriente necesario para la producción de sebo que mantiene el cabello hidratado. La vitamina A también es necesaria para el crecimiento de todos los tejidos corporales, incluyendo la piel y el cabello.
También es necesaria la ingesta adecuada de vitamina C (una taza de sandía provee 21% de las necesidades diarias) para la construcción y mantenimiento del colágeno, que proporciona la estructura a la piel y el cabello. La sandía también contribuye a la hidratación general, que es vital para tener una piel y un cabello saludable.