Ésta es una tarta muy primaveral, suave y ligera pero muy sabrosa. El ruibarbo y las fresas forman una perfecta combinación. Se podría decir que son la mejor pareja. Especialmente si se utilizan fresas del bosque, mucho más aromáticas y dulces que los fresones. Para hacerla me he basado en la receta de las tartaletas de Ladurée pero utilizando un aro de tarta de 24 cm. de diámetro y para la compota de ruibarbo he empleado agar agar, mucho más eficaz y asequible que la pectina y que se encuentra en casi todos los supermercados. ¡Espero que os guste!
♥ Ingredientes para la masa dulce de almendra
- 120 gr. de mantequilla ablandada
- 70 gr. de azúcar glas
- 25 gr. de almendras molidas
- 1 pizca de flor de sal
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 huevo
- 200 gr. de harina
Trabajar la mantequilla para ablandarla en un bol de tamaño medio. A continuación añadir los demás ingredientes en el siguiente orden, integrando bien el anterior antes de echar el siguiente: azúcar glas, almendras molidas, flor de sal, extracto de vainilla, huevo y harina. Hacer una bola con la masa, envolver en papel film y refrigerar al menos dos horas.
Pasado ese tiempo engrasar y enharinar un molde de tarta de 24 cm. de diámetro y 2’5 cm. de altura. A continuación, amasar con la ayuda de un rodillo sobre una superficie enharinada, pinchar la masa y adaptarla al molde. Colocar legumbres secas sobre un papel de hornear encima de la tarta. Hornear 20 minutos a 170º C. Retirar las legumbres e introducir de nuevo la base para que se dore durante unos 7 minutos más.
♥ Ingredientes para la compota de ruibarbo
- 500 gr. de ruibarbo
- 100 gr. de azúcar
- 2 gr. de agar agar (un sobre)
- 100 ml. de agua
Cortar el ruibarbo en trozos no muy pequeños y calentar a fuego medio junto con el azúcar y 80 ml. de agua. Cuando empiece a hervir y el ruibarbo se haya ablandado, añadir el agar agar disuelto en los 20 ml. de agua restantes. Retirar del fuego cuando tenga una consistencia espesa y adecuada. A continuación se puede triturar con la batidora para que quede una compota más fina y cremosa, de forma que no se aprecie ninguna hebra del ruibarbo. Dejar enfriar por completo a temperatura ambiente y después en la nevera durante al menos 2 horas.
Extender la compota sobre la base de galleta ya fría y coronar la tarta con 250 gr. de fresas del bosque. Disponerlas de forma decorativa.