Pepi – nuestra guardia jurado particular
Ayer llegó este visitante inesperado. Un joven cernícalo (?) que, en uno de sus primeros vuelos, no se le ocurrió otra cosa que venir a comerse algún gusanito de nuestro jardín pero se encontró con Pepi, que estaba de haciendo su ronda de guardia jurado anti-aves y le dió un susto de muerte. El pobre se quedó en estado de shock y no conseguía reemprender el vuelo. Pepi no paraba de ladrar y estaba temblando de los nervios. Tuvimos que meterla dentro de casa por miedo que no le diera un ataque cardíaco a la pobre rapaz y, al mismo tiempo, a la perra. La dejamos en un rincón del jardín bajo unos arbustos para que se le pasara el susto. Y decidimos llevarla al bosque para ver cómo reaccionaba. Pensando que si seguía aturidida tendríamos que llamar a la protectora de animales.
Sin embargo, nada más abrir la puerta del coche, el joven cernícalo emprendió el vuelo como si nada. Nos quedamos más tranquilos.