Los cielos mas abiertos de este mes de mayo, nos traen la vuelta al firmamento castellano , de una de mis constelaciones favoritas , Virgo , y una de sus estrellas, Alfa Spica, luce en mis noches, tan brillante y hermosa, inmortal , a pesar de estar, tan lejos , nada menos que a 260 millones de años luz de la Tierra ; leyendo sobre la estrella que da nombre a este vino ribereño , por cierto, una de las mas luminosas del firmamento, descubro que realmente son dos, lo que se denomina estrella Binaria Espectroscopica ; sus masas están muy próximas entre si, y como sucede con las engañosas musas, nunca sabes seguro, cual de las dos masas de luz estás contemplando fijamente , cual de las dos versiones de la estrella hace que no puedas apartar la vista de ella , hechizandote con magia ancestral , seduciéndote con su camino ante mis ojos; sin duda los dioses no dejaron que mi signo fuese una mera casualidad, ellos conocían que mi destino iría ligado al de Spica, al de esa estrella a veces oculta a mi mirada , pero a la vez tan cerca que su calor incandescente alimenta esos sueños imposibles ; sin duda el autor de este vino también busca a su musa en esta constelación, y a fe de cómo está el vino, sin duda la encontró.
Símbolo de Virgo