La jibia, sepia, o choco, es habitual en la cocina mediterránea y también de la asiática. Pertenece a la familia de los cefalópodos, la misma que los pulpos, y en España se localiza principalmente en la zona de Canarias. Este molusco va cambiando de color dependiendo del estado anímico en el que se encuentre.
Este molusco combina a la perfección con una gran variedad de alimentos. Aunque una de las formas más extendidas para cocinar este molusco es a la plancha, son muy variadas las recetas en las que puede incluirse, como por ejemplo en su tinta, rebozada (así la encontramos en numerosos bares y restaurantes como tapa). Su sabor casa muy bien con la pasta y el arroz, así como con la patata a la que acostumbramos a acompañar en forma de guiso. Otra receta muy típica de la zona mediterránea es la sepia encebollada.
Ingredientes:
1 jibia de 1 kilo (o 2 de 1/2 kilo)4 patatas medianas
2 tomates maduros
1 cebolla mediana
4 dientes de ajo
1 vasito de aceite de oliva
1 vaso de agua
el zumo de medio limón
1 ramito de perejil
pimienta molida
pimentón dulce
orégano y sal
Preparación:
Limpiamos la jibia cuidadosamente de entrañas, tinta y piel.
Pelamos las patatas, los tomates y la cebolla, y los cortamos en rodajas de medio centímetro de espesor, como máximo.
Pelamos y fileteamos los ajos y picamos el perejil finamente.
Untamos con un poco de aceite una rustidera y ponemos en el fondo la carne de la jibia, rodajas de patata, tomate y cebolla por alrededor, añadimos los ajos y el perejil por encima.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Rociamos con el resto del aceite, agregamos el agua, el zumo de medio limón, orégano, sal, un poco de pimienta y un poco de pimentón dulce.
Metemos al horno y lo mantenemos hasta que se doren las patatas y la jibia esté tierna.