Ingredientes: 2 berenjenas, 1 diente de ajo, 1 trocito de jengibre, 1 cebolla, 50ml vinagre balsámico, 50ml vino dulce (uno que te guste, tipo moscatel), 1 guindilla (yo no la puse), 1 cucharada sopera de azúcar, aceite, sal y pimienta. Arroz para acompañar.
Primero cortamos las berenjenas bien lavadas en cubitos y los freimos en abundante aceite hasta que estén doraditas.
Las dejamos en papel absorbente y las sazonamos.
Mientras se frien las berenjenas puedes ir preparando esta salsa que te nublará la vista... Ponemos en una sartén un poco de aceite y la llevamos al fuego con el ajo machacado y el jengibre rallado.
A continuación añadimos la cebolla picada, salpimentamos y dejamos pochar unos minutos (en este punto podemos agregar un chile o una gundilla picada, pero este plato en concreto no me termina de convencer picante).
Cuando la cebolla esté lista incorporamos el vino, el vinagre y el azúcar, y dejamos reducir hasta un tercio y añadimos las berenjenas fritas.
Salteamos unos segundos y servimos rápidamente con un poco de arroz. Impresionante lo rápido y sencillo que es y lo buenísimo que está.
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