Cartelde la cata
El miércoles 10 de octubre de 2018 a las 20:45 horas, BESPOKE, para celebrar el «International Sherry Week», organizó una «Cata improvisada crianza biológica» con los vinos de la última bodega de la ribera del Guadalete, «Bodegas Gutiérrez Colosía» que llevó a cabo Juan Carlos Gutiérrez Colosía, propietario de las mismas. Estas bodegas fueron, sucesivamente, Bodegas Marqués de Comillas, Bodegas Marqués de Comillas Sucesores, Bodegas Pollero Alto, Bodegas A. & A. Sancho, Bodegas Pedro Domecq, Bodegas Gutiérrez Dosal y Bodegas Gutiérrez Colosía, en la actualidad.Bodegas Gutiérrez Colosía privilegiadamente situadas a orillas del río Guadalete y muy cerca del océano Atlántico, en la bahía de Cádiz. Sobre ellas inciden los vientos marinos que ayudan a desarrollar el carácter marítimo de sus vinos.
Hacia 1920 el montañés José Gutiérrez Dosal (1870-¿¿¿¿), natural de Casamaría del municipio de Herrerías, bisabuelo del actual propietario, compró las bodegas, construida en 1838, a Claudio López Brú, II marqués de Comillas.
Vista de las Bodegas Gutiérrez Colosía a principios del siglo XX
En 1966, al fallecer José Mª Gutiérrez Sánchez de Cos (1911-1966), se hace cargo de la bodega su hijo Juan Carlos Gutiérrez Colosía.En 1969 la familia Gutiérrez Colosía compró las ruinas del palacio del marqués de Cumbre Hermosa, cargador a Indias, título nobiliario que Lorenzo Ferrari Porro compró a la marquesa de Bedmar y que había sido concedido por Felipe V el 15 de septiembre de 1737, para construir dos naves, hoy en desuso.
En 1982 compran a las Bodegas Cuvillo y Cía. 300 botas de oloroso Sangre y Trabajadero y la marca.
Las Bodegas Gutiérrez Colosía desde el río Guadalete (Foto: Carmen Gutiérrez Pou)
En 1998 consigue realizar las primeras exportaciones de sus elaborados. Hasta esta fecha ha sido expendedor de graneles y almacenista de Williams & Humbert, Osborne y González Byass.Las Bodegas Gutierrez Colosía se encuentran en la Avda. de la Bajamar, 40 y mantienen abierto el despacho para la venta al menor de los vinos.
La bodega catedral (Foto: Carmen Cutiérrez Colosía)
Nunca mejor un título. Juan Carlos Gutiérrez, como es habitual en él, no se acompañó de ningún papel, ni de ningún artefacto electrónico, desbrozó con una maestría singular sus saberes sobre los vinos del Marco del Jerez. Se podrá estar de acuerdo o no con algunas de sus ideas y conceptos, pero lo indudable y cierto es que es difícil encontrar bodegueros tan apasionados por sus vinos y con tanta sabiduría, a lo que cabe añadir su desmesurado amor por El Puerto.Comenzó esta especial cata vertical del Fino Colosía.
►Mosto 2017 De Palomino Fino, con casi 12,5 % vol. de alcohol. Sin encabezar. Pasado por un ligero filtro de bentonita y clarificado con gelatina. Embotellado en abril: esos 6 meses en botella han mejorado, sin discusión, este vino.
Aquí, explicó que este vino joven, del año, que mal se llama mosto, puede ser un vino perfecto para la mesa. Aparecían los aromas florales y frutales. ¿Quién dijo que la Palomino era una uva neutra?. En boca fue una explosión de sabores y recuerdos agradable. Bastante largo y envolvente. Con gran salinidad y el recuerdo a los aromas de la desembocadura del Guadalete y de la cercana bahía de Cádiz. Color pajizo brillante y luminoso. Invitaba a seguir bebiendo.
Se acompañó con gambas cocidas. ¿Quizá por Juan Carlos, el bodeguero?
►Tercera criadera o sobretabla Ya encabezado o fortificado a 16 % vol. Aquí explica lo que es un sobretabla y por qué así se denomina. Se detiene, un poco, en hablar de la crianza mediante el sistema de criaderas y soleras.
Juan Carlos habla de sus vinos como un padre habla de sus hijos. Explica las enfermedades más comunes de los vinos y como algunas se podían arreglar y otras no. Los vinos que no se arreglaban irremisiblemente iban a vinagre.
Este vino presenta un color algo menos pálido que el mosto que lo originó. Ya tiene un contenido alcohólico de 16 % vol. Las levaduras de velo de flor están actuando. La nariz está dejando las flores blancas. Comienza la verticalidad. Aparece sequedad y desaparece cualquier atisbo de dulzor. Pronto los azúcares residuales dejarán de existir y después lo que queda de glicerina. Está naciendo el vino fino.
Se acompañó con croquetas de mariscos.
►Segunda criadera Se va pareciendo al futuro fino. Color pajizo dorado. Salino y vertical. Comienzan a destacar los aromas de la crianza biológica.
Juan Carlos se pasea entre las mesas. Y con cada uno de los asistentes se detiene para comentar algo. Habla de las crisis recientes de los vinos del Marco. Valoración de la cantidad y no de la calidad. De los almacenistas de vinos. De cómo en El Puerto tenían cascos las más importantes compañías vinateras del Marco.
Se acompañó con choco al ajillo.
►Fino Colosía de 15 % vol.
Dotado con un ribete de oro viejo. Limpio y transparente. En nariz es muy salino con toques de tiza. Punzante y vertical. Aromas de flor y hierba verde. Recuerdos de manzana y pera. Sutiles notas de camomila. Aromas de panadería. En boca es muy fresco y redondo. Punta de acidez muy equilibrada. Aparecen muy suaves los frutos cítricos. Almendras. Muy seco. Largo final con una punta amarga.
Se acompañó de minihamburguesa de retinto.
►Fino Colosía en Rama Aparece el típico fino portuense. Simplemente filtrado con una manga. Dorado, quizá con un reflejo verdoso. Limpio. Absolutamente transparente. Luminoso. Nariz de almendras verdes. Panadería. Muy seco. Largo. Solamente se embotella bajo petición. Retrogusto con cierto amargor. ¿Será por eso que venían de otros sitios a beberlo?.
►Fino Colosía en Rama de 16 % vol.
Fino antiguo. Su 16 % vol. de alcohol está perfectamente ensamblado. Su concentración lo hace un vino perfecto para degustar pausadamente y, quizá, como final de una comida. Muy seco. Color amarillo pajizo y un delicado olor a almendra. Fresco y salino al paladar.
Aquí, a punto de finalizar, se probó chocolate casero a la sal, postre que elaboró el cocinero conocido como «Guti».
Agradable y servicial todo el personal de BESPOKE, como siempre, o, aún, mejorando cada día.
Para acabar, una larga sobremesa con Juan Carlos Gutiérrez Colosía y su esposa, Carmen Pou Riutort, acompañados de Fino Colosía y la charla de Juan Carlos.
Dice su hija, Carmen Gutiérrez Pou, «Hemos conseguido que Juan Carlos Gutiérrez Colosía, mi padre, dé su primera cata comentada (y probablemente última)», ¿no será verdad?.