Últimamente me estoy convirtiendo en toda una arquitecta y constructora de casitas de galleta.
Empecé con este vicio, haciendo las casitas teja de galleta que relativamente son fáciles si consigues la forma curva de las galletas. Una vez que lo conseguí, todo era coser y cantar.
En estos días, después de hacer " Mis casitas de Montaña" me he decidido de una vez a hacer casitas como Dios manda, con sus paredes, tejados, ladrillos, y sobre todo muy muy reales, tanto que apenas parecen galletas, casi parecen maquetas de juguete, que es lo que me gusta.
Para hacer estas casitas siempre parto de inspirarme en alguna construcción que me haya gustado y luego lo paso directamente al Corel Draw, que es un programa de dibujo, pero también lo podéis hacer en un folio, lo importante es medir bien todas las piezas para no meter la pata a la hora de unir las galletas
Daros cuenta de que las galletas tienen un grosor de unos 6 mm, cosa que hay que tener en cuenta a la hora de hacer el planito de cualquier casita para que nos coincidan todas las piezas y no se nos quede pequeña de un lado o grande del otro.
El tejado es una de las piezas más difíciles, ya que va unido en angulo, por lo que la deberéis de cortar en ángulo o limarla una vez horneada . También podéis cortar en angulo una vez la saqueéis del horno todavía caliente, pero con cuidado y sabiendo muy bien lo que cortáis
Por lo demás, solo es tener un poco de imaginación, paciencia y hacer unas cuantas para poderles coger el truquillo.
Esta es la primera una de las que ya llevo hechas, tiene muchos fallos, y muchas rectificaciones, pero ya sé donde metí la pata y en la última que he hecho ya no hay error. Eso lo que tiene la prueba/error, y al igual que hago con mis recetas de galletas, lo hago con todo hasta que ya me sale niquelado, jejej, o por lo menos casi casi perfecto
Las piezas van cortadas una por una con las plantillas que hago en papel, con un cuchillo bien afilado y una regla metálica, perfectamente medidas, ni cortadores ni nada. Eso sí, tiene que estar bien fría para que podáis hacer un corte limpio y no se deformen al cogerlas, en el momento que se ablanden las volvéis a meter en la nevera o en el congelador hasta que estén bien frías y volvéis a cortarlas.
Es un poco trabajoso, pero merece la pena el resultado final.
Cuando cortéis las piezas, elegid dónde van las ventanas y las puertas, lo vaciáis con un cortador y lo rellenáis de caramelo o isomalt y ya tenéis las ventanas
Dejad enfriar bien las galletas y usad siempre una receta que sea de galletas resistentes, y a jugar.
Antes de pegar todas las piezas deberéis decorar cada una de ellas, darles glasa para que parezca que es una pintura, o haced ladrillos, o las pintáis con pinturas.
Podéis pintarlas también antes de unirlas, aunque yo suelo hacerlo una vez construida la casa, pinto algún detallito, pero el resto lo hago con la casita montada
Cuando las tengáis decoradas, dejad secar bien la glasa y empezáis con la construcción.
Pegad cada pieza al otra con glasa y dejarla secar toda la noche, una vez seca, ya podéis pintarla sin miedo y rematar cualquier defecto.
Como véis siempre termino con las manos llenas de pintura
Una vez pintada, rematada y bien seca podéis ponerle detallitos de nieve, ventanitas o lo que se os ocurra, y ya tenéis vuestra casita hecha por vosotros mismos
Ahora podéis aprovechar, ya que en este próximo mes de noviembre podéis venir a los cursos que impartiré de casitas rurales en mi local de Madrid, haremos esta capilla y otras dos casitas más.
Serán cursos supercompletos de dos días en los que aprenderéis todos los trucos posibles para hacer esta capilla o las casitas que más os gusten
De momento tenemos tres cursos diferentes de casitas, para que elijáis la que más os guste
Podéis informaros de los días y de todos los cursos en este enlace AQUÍ
No encontraréis casitas como estas en ningún sitio, así que aprovechad a ser las primeras en aprender a hacer estas construcciones tan llamativas
Os espero en mi local de Madrid, invitad a vuestras amigas y venid a pasar una tarde divertida decorando
Besitos mil