Nuestro amigo Rafa, de Cucharón y paso atrás, nos propuso una maravillosa receta que se convirtió en finalista en nuestro concurso de Cocina con guindillas
Su receta implicaba una dificultad importante al contener esferificaciones, pero no hay nada que eche para atrás a Tsatsiki Chef y si bien no realizó la técnica de la misma forma que Rafa, supo afrontar el reto con un arma que conoce bien intentando, eso sí, respetar al máximo la idea original de la receta, ósea, unas esferificaciones con sabor a chile tailandés. En cualquier caso veréis que si bien es una técnica un poco “pesada” (laboriosa), no es difícil, desde aquí os animamos a que probéis y nos contéis vuestro resultado.
Ingredientes:- 250 ml. de caldo de ave
- Una cucharada (de postre, pero colmada) de pasta de chile tailandés
- 3 gr. de agar-agar
- Un vaso de aceite de girasol
Llevando a ebullición la pasta de chile con el agar-agar.
3.- Llenamos una jeringa con la mezcla y vamos echando gotas en el vaso de aceite de girasol frío (con un poco de pulso y paciencia no es difícil). Gota a gota para que quede bonito, si sale un chorro quedará una masa informe muy poco estética. Las gotas forman bolitas que se irán cayendo al fondo del vaso según se enfrían. 4.- Durante el proceso la punta de la jeringa se coagulará y la mezcla se empezará a gelatinizar. No pasa nada, se vuelve a llevar a ebullición y listo. 5.- Cuando esté todo nuestro caviar hecho lo colamos, para separarlo bien del aceite, y perfecto para decorar cualquier plato.
Caviar de chile terminado
¿Qué tal hacerlo con sabor a tomate? ¿o negro con tinta de calamar?, ¿o verde con un buen pimiento italiano?.