Revista Cocina
Hace algunos meses, ese famoso centro comercial de logo triangular ofrecía en su Club del Gourmet una colección de Champagnes de Vigneron a unos precios muy interesantes, por lo que nos decidimos a adquirir algunas botellas.
Pertois-Moriset es un negocio familiar de Récoltants-Manipulants situado en Le Mesnil-sur-Oger. Actualmente poseen 18,5 Ha de viñedo repartidas entre la Côte des Blancs (alrededor de 12 Ha grand cru, 100% Chardonnay) y Les Coteaux Sézannais (unas 6 Ha, 60% Pinot Noir y 40% Chardonnay). En el viñedo la lucha contra las plagas y enfermedades se realiza mediante técnicas como la confusión sexual y el control estricto de los tratamientos profilácticos, intentado realizar una viticultura lo más respetuosa posible con el medio ambiente. De su portfolio de 7 cuvées hemos probado el Pertois-Moriset Blanc de Blancs Grand Cru (AOC Champagne, 100% Chardonnay), que se elabora con un 80% de vino base de la vendimia actual y un 20% de la precedente, con una crianza de 7 meses en acero inoxidable y posterior envejecimiento de 5 años en las cavas. Es un champagne de color amarillo pálido, brillante, de burbuja algo escasa. Delicado en nariz, con cítricos, jazmín y lichis sobre un fondo de bollería. En boca es ligero, cítrico, fresco, con un carbónico bien integrado. Es un champagne agradable, poco intenso y quizás algo falto de chicha. Para aperitivo.
La casa Froment-Griffon se funda en 1970, después de que la familia trabajara en los viñedos familiares durante cuatro generaciones, y está situada en Sermiers. Los viñedos se extienden por un total de 6.65 Ha repartidas en cuatro crus de la Montaña de Reims: Sermiers, Chamery, Villers-Allerand y Gueux. Intentan llevar a cabo una viticultura sostenible y minimizar el impacto ambiental, y una parte de los viñedos son cultivados siguiendo pautas de agricultura ecológica. Elaboran un total de 8 champagnes y una ratafía de champagne, y hemos probado el Froment-Griffon Rosé (AOC Champagne, rosado, 50% Chardonnay, 25% Pinot Noir, 25% Pinot Meunier), elaborado exclusivamente con uvas procedentes de la vendimia en curso, con una crianza de 24 a 36 meses y que sale al mercado entre 3 y 6 meses tras el degüelle. Es un champagne de color rosa asalmonado muy bonito, con una burbuja fina y constante algo desordenada. Aromas de frutillos rojos, notas florales y tostados leves. En boca es seco, una acidez viva, muy frutal y con un carbónico algo marcado. Un champagne muy rico, que gustó para una comida ligera.
Maurice Veselle es una casa calificada como Récoltant-Manipulant situada en Bouzy y que controla viñedos grand cru en la Montaña de Reims. Sus vinos no hacen la fefrmentación maloláctica y tienen largas crianzas de unos 5 años en sus cavas. Elaboran 4 cuvées de champagne y un vino tinto, y el que hemos probado es el Maurice Veselle Cuvée Reserve Brut Grand Cru (AOC Champagne, 80% Pinot Noir, 20% Chardonnay). Viste de color amarillo pálido con reflejos acerados, con una burbuja abundante y algo desordenada. La nariz no tiene una intensidad muy alta, con aromas de brioche, avellanas y fruta blanca. En boca es seco, de buena acidez, frutal y con el carbónico marcado. Un buen champagne, gastronómico.
La bodega Leclerc se fundó en 1872, y en 1995 se convirtió en una maison de champagne, adoptando posteriormente el nombre Leclerc Briant. Está situada en Epernay y trabajan un total de 10 Ha de viñedos en Cumières, Hautvillers, Mareuil-sur-Aÿ, Bisseuil y Rilly la Montagne, la mayoría de ellos grand cru. En 1940 adoptan métodos de cultivo orgánicos, y en 1980 obtienen el certificado biodinámico en todos sus viñedos, aplicando estos principios orgánicos y biodinámicos en todo el proceso de vinificación. Elaboran tres gamas de champagne, incluyendo una de viñedo único, con un total de 13 cuvées. El que hemos probado pertenece a la gama "Classics" y es el Leclerc Briant Brut (AOC Champagne, 70% Pinot Noir y 30% Pinot Meunier), elaborado con un 5% de vinos de reserva y unos 5 años de crianza en las cavas. Es un vino de color amarillo con reflejos algo dorados y donde parece querer asomar algún rosa, con burbuja algo escasa, fina y continua. En nariz, aromas de avellanas, mantequilla dulce, notal florales, bollería y tímidos frutos rojos. Buena acidez, frutal, con un carbónico bien integrado y un poco menos seco de lo que me esperaba. El más "especial" de los cuatro, bueno para comer.
Cuatro champagnes que si bien no creo que aspiren al trono de los grandes, sí que desde luego son bastante más interesantes que muchos que circulan por ahí a carretadas. Buena RCP desde luego, y estilos que van desde vinos para un aperitivo fresco, hasta champagnes con los que dar cuenta de una comida completa. A ver que nos deparan los otros cuatro que hemos comprado.