Las tapas pueden ser extremadamente variadas y, sin embargo, todas ellas sirven para lo que sugiere su nombre: abrir el apetito y estimular las papilas gustativas. Con ellas, se nos hará la boca agua y se creará un ambiente relajado y cordial. No hay que olvidar que las tapas no deben nunca saciar por completo el apetito, sino todo lo contrario, deben abrir boca y ofrecer un anticipo estimulante de las delicias culinarias que nos esperan en la mesa.
Con esta receta de tapas, participo en el especial de verano del reto Homenajeblog de la mano de Elvira del blog AsisecomeenGranada y de Estela del blog Mi dornillo, La cocina de Estela, y ya descansamos de retos hasta la próxima temporada. Os deseo un feliz verano a tod@s.
Ingredientes:
8 champiñones grandes
media tarrina de queso crema
50g. de beicon en taquitos
media cebolla
1 diente de ajo
queso rallado
aceite de oliva virgen
pimienta molida
sal
Preparación:
Separamos los troncos de las cabezas de los champiñones. Los lavamos con agua fría y les echamos unas gotitas de zumo de limón para que no se pongan negros.
Picamos los troncos en trocitos muy pequeños.
Pelamos y picamos la cebolla y el ajo muy menudos.
En una sartén ponemos aceite a calentar y salteamos la cebolla y el ajo picados.
Cuando estén a medio hacer, añadimos los trocitos de champiñones, salpimentamos y dejamos que se hagan a fuego medio durante 3 o 4 minutos.
Añadimos los taquitos de beicon y rehogamos todo junto 2 minutos más, reservamos.
Ponemos las cabezas de los champiñones en el cesto de la freidora de aire, las colocaremos con la parte hueca hacia arriba. Salpimentamos y dejamos freír durante 10 minutos, sacamos y reservamos.
Mezclamos en un bol el sofrito de beicon con el queso crema hasta que esté todo bien ligado. Rellenamos con la mezcla las cabezas de los champiñones.
Espolvoreamos con queso rallado, y los colocamos en una bandeja de horno para gratinarlos hasta que veas que están dorados.
Los serviremos calientes y nos pueden servir como entrante/aperitivo.