Hay que aprovechar el poco tiempo que nos queda de verano para hacer postres de temporada, de los que sin duda, luego nos acordaremos cuando nos aceche el frío invernal. Esta CHEESCAKE DE PIÑA COLADA es una opción fantástica para combatir los días de calor, ya que se sirve bien fresquita. Se trata de una deliciosa tarta de queso que combina a la perfección el coco con la piña. Sobre una base de galletas de coco, se extiende el pastel de queso que incorpora leche de coco y zumo de piña licuada para darle un sabor más espectacular. Corona una ligera capa dulce de nata con leche condensada y coco rallado. Espero que os guste!
♥ Ingredientes:
- 340 gr. de galletas de coco
- 120 gr. de mantequilla
- 1 kg. de queso ricotta, cottage o requesón
- 250 gr. de queso mascarpone
- 3 cucharadas de maicena
- 3/4 de lata pequeña de leche condensada
- 5 huevos + 2 yemas
- 500 gr. de piña de lata licuada
- 1/4 de lata de leche de coco (la parte de arriba más cremosa)
- 250 ml de nata para montar + 1/4 de lata pequeña de leche condensada para coronar la tarta
- hojas de piña y coco rallado para decorar (yo utilicé Ti’ coco)
Preparar un molde desmontable de 25 cm de diámetro con papel de hornear y engrasar los bordes con mantequilla. Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla pomada o derretida hasta obtener una masa uniforme. Pasar la masa al molde adaptándola a su base y a su contorno con ayuda de una espátula. Meter en la nevera.
En un bol, mezclar el queso ricotta, el mascarpone y la maicena. Añadir luego la leche condensada, los huevos, la crema de coco y la piña. Mezclar todo y verter en el molde. Hornear 15 minutos a 180º y luego 100 minutos a 120º. Sacar del horno y verter por encima la leche condensada mezclada con la nata y seguir horneando 15 minutos más a 120º. Dejar que se enfríe por completo, retirar el aro del molde y dejar en la nevera toda la noche. Al día siguiente, decorar con unas hojas de piña y coco rallado antes de servir.
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