8 chuletas de cabezada
Ajos / Pimienta en grano
Tomate / Aceite de oliva
Cebolla / Colorante
Vino blanco / Sal
Elaboración1.- Ponemos sal en las chuletas, las enharinamos y las sellamos en aceite de oliva.
2.- Una vez selladas, las ponemos en una olla (yo he usado una plana) junto con los tomates, yo he usado dos, pelados y troceados, la cebolla troceada, los ajos y el colorante.
3.- Agregamos, también, el vino y agua hasta cubrirlas. Es el momento de poner la pimienta en grano.
4.- Dejamos que todo hierva, tranquilamente, sin prisas, ese es el truco de los platos, dejar que los sabores se mezclen de a poquito.
5.- Pasada una hora y media, más o menos, nuestras chuletas estarán listas, y la salsa resultante está para chuparse los dedos!!!
Para acompañar a las chuletas he cocido unas patatas con mantequilla.
Este plato es de toda la vida para mi. El primer recuerdo que tengo de él, es en casa de mi tía hace muchos, muchos años. Recuerdo la cocina que tenía junto al patio, con una mesa redonda de madera. En la cocina, además de cocinar, se pasaba muchas horas, por ejemplo planchando. Aún recuerdo la plancha que ponía sobre ascuas para que se calentase. Mi tía fue muy reticente a comprarse una plancha eléctrica, decía que las de carbón planchaban mejor. Este plato era uno de los especiales para mis tíos, para unas personas criadas en la posguerra española, comer chuletas era todo un lujo! A mi tío le encantaba, siempre le decía a mi tía: Viti, que rico te ha 'salio'.
El tiempo pasa muy rápido, hoy la casa de mis tíos es un bloque de pisos, ellos se mudaron al centro del pueblo y mi tío Rafa ya nos dejó. A lo largo de la vida acumulamos experiencias, buenas y malas, saberes.... pero, sobre todo, acumulamos cariños, esos cariños son los que nos hicieron como somos y nos ayudan a seguir cada día. Todos los que nos quisieron y formaron parte de nosotros, continúan estando. Mi tío Rafa era muy cariñoso, un hombre muy alto y grande, pero más grande aún era su corazón.
Os dejo el giralunas de Aute, rebelde, curioso, inconformista y tenaz... preciosa canción, grande, muy grande Aute.
Pero yo no que no pretendo
fortalezas ni fortunas
solo un sueño soñaría
entre un mar de girasoles
buscaría un giralunas
que velara y desvelara
cada noche la otra cara
de la luna