La coliflor (Brassica oleracea) es una hortaliza que pertenece a la familia de las coles. Está emparentada con el brécol.
La única parte comestible de la coliflor es la cabeza blanca, llamada masa, pues las gruesas hojas verdes no son comestibles. Es un alimento altamente depurativo al ser su contenido principal el agua, junto con la fibra, las vitaminas del complejo B, el ácido fólico y los minerales como el potasio y el fósforo.
Al ser diurética está recomendada para las personas que tengan problemas de retención de líquidos, para eliminar los cálculos renales y para las personas hipertensas. Una joya, vaya. Su único inconveniente es la flatulencia que provoca debido a los compuestos sulfurados que contiene.
Me cuesta que mis hijos coman verduras y, por eso, tengo que camuflarlas con otros ingredientes cono el queso, carnes... La coliflor con bechamel es un clásico de mi infancia. A mi me encanta, pero reconozco que al añadirle la sobrasada y el queso emmental gana muchos puntos.
Para cuatro personas:
- una coliflor
- 1/2 litro de leche
- 2 cucharadas colmadas de harina
- 30 g de mantequilla
- 100 g de sobrasada
- queso emmental rallado
- nuez moscada
- sal
Se separan los ramitos de la coliflor, se lavan y se cuecen 10 minutos en una cazuela con abundante agua salada. Se pone a precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
Se derrite la mantequilla en un cazo o en una sartén, se añade una pizca de aceite de oliva y se tuesta en las grasas la harina durante unos instantes, removiendo sin parar. Se añade la leche caliente, poco a poco, y se sigue removiendo. Se sala y se agrega un poco de nuez moscada. Se termina de añadir la leche y se deja que cueza un poco.
Se colocan los ramitos de coliflor en una fuente para el horno o en cazuelitas refractarias individuales y se cubren con la salsa bechamel. Se reparte por encima la sobrasada troceada y se espolvorea con el queso rallado.
Se introduce en el horno y se dejan unos 10-15 minutos, hasta que se dore y gratine la superficie.