Aunque el 2018 lleva ya en marcha una semana, para mi, el año nuevo tiene siempre un poco de delay, siempre empieza, cuando volvemos a las rutinas.
Es entonces cuando saco mi lista de propósitos y me pongo a ello.
Este año uno de mis propósitos es compartir en este blog como conseguí un propósito que tuve en lista durante bastantes años.
Hace ya bastante que conseguí cambiar mi manera de comer. Yo creía que comía bastante sano, pero algo no estaba haciendo bien y mi salud ni mi aspecto lo reflejaban.
Ahora ya sé como tengo que alimentarme, para nutrirme y estar bien sin estar jamás a dieta.
Ahora vas a querer saber que como y que no como ¿cierto?
Vale, te cuento
No como (nunca o casi nunca)
Pan blanco de gasolinera (ya me entiendes), galletas de paquete, patatas, pasta de trigo, arroz, leche de vaca, yogures de vaca, nata, bolleria, golosinas, azúcar blanco, alimentos procesados en general, cerveza, licores, cava.
Como algunas veces al mes
Carne roja, queso de vaca, pan integral de trigo elaborado con masa madre, pasta de espelta, sirope de agave o panela. Jamón serrano o jamón dulce, vino tinto.
Que sí como
Pan de trigo sarraceno, pan de centeno, pasta de sarraceno o de legumbre, legumbres de todo tipo, quinoa, mijo, sarraceno, carnes blancas, huevos (1 al día como poco y no tengo colesterol) , pescado azul (del pequeño mejor) leche de avena, yogur de cabra, queso de cabra, frutos secos, chocolate negro, aguacate.
Verduras de todo tipo y colores, en cada comida, el alimento principal es el vegetal.
No cocino en exceso las verduras, cocino bastante al vapor, pero también salteo y sofrío. Uso bastantes condimentos, curry, jengibre, hierbas aromáticas…
No como mas de 2 frutas al día. No tomo zumos de fruta, nunca.
Intento mantener los azúcares a raya, por eso las cantidades hidratos (grano, legumbre, pan) no son muy grandes.
No hago mucho deporte, pero intento caminar mínimo 7 kms. al día. Aumentar las horas y intensidad de ejercicio semanal, esta en mi lista para este próximo año.
Y te escribo eso hoy que he desayunado roscón de Reyes, me voy a comer una fondue y un taco de solomillo y voy a despedir las fiestas con algún que otro taco de turrón y quizás una copa de cava.
Un día es un día y si son dos o tres tampoco pasa nada, hay mas de 300 días para hacer las cosas bien.
¿Y cómo se hace un cambio así? Con determinación y la convicción de que te va a cambiar literalmente la vida.
¿Es muy complicado? No lo es, es cuestión de organización, un poco de disciplina y como en poco tiempo vas a ver que te encuentras mejor no te costará demasiado.
¿Se pasa hambre? Para nada, ni una pizca y no es aburrido comer. No es una dieta, no es sacrificio.
Yo te recomiendo que si tienes familia, no intentes hacer un cambio en bloque, empieza por tí y añade pequeños cambios a la alimentación de los demás.
Es un proceso de cambio, no una dieta que empieza y termina y ya solo toca mantener. Si eso es lo que buscas, este no es el sitio.
Esconde la báscula, no te subas a ella, los cambios que verás en tí van mucho mas allá de un número.
Pero no te compres demasiada ropa en las rebajas, es muy posible que deje de valerte.
¿Te apuntas al cambio?
Esta semana te ayudaré a organizar tu despensa, para que cocinar sano te sea sencillo.