Revista Cocina
Seguimos en la búsqueda de ese sabor al añorado queso al que algunos veganos estábamos tán enganchados... (y esque para los que aún no lo sepáis, los lácteos tradicionales llevan una sustancia llamada caseina que entre otras es adictiva, de ahí que cueste abandonarlos)... a lo que íbamos...
Cuando empecé a investigar recetas de quesos veganos caseros me topé con mucha información, ya os comenté en la anterior entrada de queso (tipo semicurado untable, aquí) que la fuente principal estaba siendo Creativegan, en este caso además me topé con la receta de Mad Doctor, del foro vegetariano, en la que hacía un queso tipo azul suave... pues bien, tirando un poco de por allí y un poco de por aquí he dado con mi propia receta y lo que para mi es una crema de queso curado...
Todas las recetas que encontréis de quesos os daréis cuenta que tienen unos ingredientes más o menos básicos, estos son algún fruto seco crudo, levadura desamargada, shiro miso que le da ese sabor fuerte y fermentado, y condimentos al gusto.. pues bien, allá vamos, necesitamos:
50gr. de almendras marconas crudas 2 gotitas de zumo de limón (¡ojo! no pasarse)1 cucharada de levadura de cerveza desamargada100ml de agua filtrada (o menos, iremos poniendo la que admita la masa)100ml de nata de avena 1 cucharada y 1/2 de shiro miso
Vamos por partes, primero tendremos que poner las almendras a activar (las almendras dan textura, el toque granulado y además aportan más calcio que si usamos por ejemplo anarcardos). Mínimo 4 horas de remojo. Pasado este tiempo, aclaramos y las metemos en el vaso de batir... añadimos la levadura, batimos hasta hacer una crema poniendo agua para facilitar el batido, poco a poco sin pasarnos, se trata de dejar una crema densa, lo justo para poder batirla...
Una vez tenemos la crema densa, ponemos el zumo de limón, batimos y dejamos bien mezclado. En un cazo ponemos a calentar la nata de avena, cuando de un hervor apagamos el fuego, ya habrá reducido, retiramos e incorporamos la mezcla anterior, removemos... se nos hará una especie de puré grueso, removemos un par de minutos para mezclar los ingredientes. Trás esto sólo nos queda incorporar el shiro miso, que le sará el toque fuerte y fermentado, removemos bien (el shiro miso se añade al final para mantener sus propiedades), yo le he puesto 1 cucharada y 1/2 y queda fuerte, sin pasarnos, tened en cuenta que seguirá fermentando y cojerá más potencia de sabor. Ponemos la mezcla en un recipiente con tapa, y cuando esté frio del todo lo metemos en la nevera...
Esta mezcla así ta cual, ya está buenísima, pero vamos a tener paciencia, y dejarlo mínimo 24 horas para que adquiera todos los aromas y el toque fermentado del shiro miso...
Tras 24 horas el sabor aumenta, sabe más a queso, se va curando... ese día probé a ponerlo en una tostada de pan y meterlo al horno para ver la reacción... en caliente, se torna dorado, pero no funde. Aumenta el sabor bastante además en caliente.
Durante los siguientes días sigo haciendo pruebas, y cada día está más bueno, con sabor más fuerte a queso... además al abrir el bote es impresionante el olor a queso curado que tiene.
En mi nevera lleva 4 días, perfecto de estado, estoy cada día más rico de sabor...
¡¡nos vamos acercando al queso vegano perfecto!! y yo feliz...
--Notas--
El shiro miso es un fermento, tradicional de la cocina japonesa, podéis encontrarlo en tiendas orientales, herbolarios o tiendas especializadas en alimentación ecológica o natural. Es "caro", pero cunde muchísimo, y además de quesos veganos, podéis usarlo para hacer sopas deliciosas, incoporarlo a guisos y además de sus propiedades excelentes nos beneficiamos de su sabor.
La levadura de cerveza "desamargada" no es igual a la normal, esta como su nombre indica es desamargada, además tiene un potente sabor y olor a "queso". La que suelen vender como levadura nutricional suele venir ya desamargada, no confundirla con la levadura de cerveza como tal, que cambia de sabor y no tiene ese olor y sabor a queso. La podéis encontrar en herbolarios, tiendas de alimentación eco o natural, y en las secciones de dietética de algunos hipermercados.