Croquetas de morcilla de cebolla

En Málaga también “tirititamos”, en éstos días con ésa ola de frío que nos ha invadido, que por mucho que quiero rememorar, no recuerdo otra igual; nos toca abrigarnos, para más inri el viento del noreste que sopla con intensidad durante estos días hace que la sensación térmica de frío sea mucho mayor, provocando que a las ya bajas temperaturas que marcan los termómetros sea de entre tres y cinco grados menos, y para colmo un frio que en la costa malagueña está cargado de humedad.

Aunque siempre suelo decir que los malagueños nos ponemos un abrigo por solidaridad con el resto de las ciudades españolas donde suele hacer frio, he de reconocer que hace unos dias está pegando ese viento de “terrá” de invierno que es muy seco y demasiado frio para lo que estamos acostumbrados en Málaga capital, donde siempre podemos disfrutar de pasear inclusive en ésta época del año, inclusive de noche al borde del mar, disfrutando del sonido de su oleaje, de la brisa que nos trae el salitre, del brillo de las estrellas, del manto de la luna llena sobre la mar, y de las luces que tintinean de la ciudad y de los pueblos en el horizonte.

Así que hemos tenido que “desempolvar” la ropa de verdadero abrigo.

No obstante, durante el día ése viento tan malagueño da lugar a días muy despejados, con una extremada visibilidad, por lo que pasear por la orilla del mar no deja de asombrarme al contemplar la Bahía de Málaga, el mar tan azul, la ciudad y los pueblos malagueños tan blancos que bordea toda la costa, el verdor de sus montañas y no muy lejos La Maroma de Sierra Tejeda con las cumbres nevadas en todo su esplendor, justo detrás Sierra Nevada totalmente cubierta de nieve.

Por otra parte algo normal y habitual en ésta época del año que nieve en el interior de la provincia, siempre podemos ver tanto éstas sierras nevadas, como la Serranía de Ronda y la de Yunquera desde la costa.

Al pie de Sierra Tejeda, y coronado por el pico de La Maroma ( 2.068 mts. Sobre el nivel del mar) y a una altitud de unos 524 mts, se encuentra el precioso pueblo Canillas de Aceituno, balcón natural de la Axarquía malagueña.

El nombre de Canillas de Aceituno tiene sus racíes en el vocablo latino Cann-illae (significa zona de cañaverales) y el vocablo árabe Azetuni ( que significa seda tejida y teñida); es un pueblo de calles estrechas, impecablemente encaladas, arcos mudéjares y bonitos rincones llenos de flores a escasos kmts del mar.

Allí preparan una riquísima morcilla, la famosa morcilla canillera, cuya particularidad es la cebolla, que se pica y se cuece un día antes de hacer la matanza, elaborándose de forma artesanal con sangre de cerdo, cebolla, clavo, tomillo, matalauva y romero.

Con ésta morcilla he preparado croquetas y unos wanton (aperitivos chino) que en breve podrán ver la receta por ésta cocina virtual, con ellos he realizado una “fusión” china-malagueña que merece la pena probar.

¿Como hice las croquetas?

Desmenuzar la morcilla quitándole previamente la piel y picarla en trozos pequeños con el cuchillo y reservar.

Picar media cebolla blanca y pocharla a fuego lento en una sartén con un chorreón de aceite de oliva virgen, sin que llegue a dorar.

Agregar la morcilla y remover bien, echando a continuación la harina (la medida: aproximadamente un vaso) de trigo, una pizca de sal y tostar removiendo todo el conjunto unos minutos.

Añadir a continuación un vaso de caldo del puchero (ver mi receta en el buscador del blog o en primeros platos) y un vaso de leche.

Mezclar bien a fin de que no queden grumos e ir removiendo continuamente hasta que la masa de la bechamel esté compacta y no se pegue a las paredes de la sartén.

Dejar reposar y que se enfríe a temperatura ambiente (unas cuatro horas es suficiente).

Dar forma a las croquetas, pasar por huevo batido y posteriormente por pan rallado.

Freir en abundante aceite de oliva muy caliente (aconsejo y uso freidora).

¡¡ Disfruten de Málaga, haga frio o calor !!