¿A quien le amarga una croqueta? A nadie.
No se me ocurre otra entrada o aperitivo que guste a más gente. Quizás las patatas bravas les puedan hacer competencia, pero dónde estén unas buenas croquetas no hay patatas que valgan.
En cuestión de Croquetas ... Todo es empezar. Lo mires, por donde lo mires. Tanto si hablas de prepararlas como de comerlas.
¿Cuántas veces nos habrá pasado? Sale el plato de croquetas a la mesa, sólo de verlas ya nos estamos relamiendo, sabemos que queman pero allá vamos. Pinchamos de manera osada una croqueta, la partimos por la mitad, el humo sale de su interior, nos está avisando:¡quema!, pero nuestras ansias lo pueden todo y arriesgamos ... Es verdad, quemaba, quemaba mucho.
¿Me podéis decir con que otro plato os pasa lo mismo?
Sí, si me refiero a con que otro aperitivo sóis incapaces de esperar un par de minutos a que podáis llevároslo a la boca sin necesidad de abrasaros. Poca cosa se me ocurre en estos momentos.
Y ya sé en que estáis pensando: en la preparación.
Parece engorrosa, pero es cuestión de organizarse un poco y si no lo creéis, echadle un vistazo a las recetas de croquetas que hay en el blog:
- Croquetas de Merluza y Ajos fritos con un Toque de Guindilla
- Croquetas de Jamón Ibérico y un Agente Secreto
- Croquetas de Carne de Cocido de Carme Ruscalleda
- Croquetas de Solomillo Ibérico y Mayonesa de Pimentón
- Croquetas de Espinacas y Pipas de Girasol
Algunas están basadas en las recetas de conocidos chefs ¿Ponemos a enfriar las cervezas?
Bon Appétit!