- 3 huevos medianos
- 100 ml de aceite de girasol
- 250 gr de puré de calabaza (calabaza cocida/asada, sin piel, y triturada)
- 200 gr de azúcar blanco
- 2 cucharadas (de postre) colmadas de canela molida
- 1 cucharada (de postre) colmada de nuez moscada
- 1 cucharada (de café) colmada de bicarbonato
- 1 cucharada (de café) rasa de sal fina
- 1 cucharada sopera de esencia de vainilla
- 250 gr de harina de trigo
- 7,5 gr de levadura química (tipo Royal)
- 100 gr de chocolate negro para fundir
- 100 ml de nata para montar
- 125 gr de azúcar glas (opcional)
- En un bol amplio, agregamos los huevos, el aceite, el puré de calabaza, la esencia de vainilla, el azúcar, la canela y la nuez moscada y, batimos con unas varillas eléctricas hasta que la mezcla empiece a espumar.
- Mezclamos la harina con la levadura, la sal y el bicarbonato e incorporamos -en tandas de 2 - 3 cucharadas soperas colmadas- a la mezcla anterior, batiendo de nuevo con las varillas entre cada adición. Repetimos hasta acabar con toda la harina y obtener una crema ligeramente espesa pero sin grumos.
- Vertemos la mezcla en los moldes*, hasta llenar aproximadamente 2/3 de su capacidad (para que no se desborden al subir) y, damos unos golpes secos (¡¡pero suaves!!No vayamos a causar un estropicio:-)) con la bandeja sobre la encimera, para hacer que las burbujas de aire suban a la superficie y no nos queden huecos en la masa.
- Llevamos al horno y, horneamos unos 15 - 20 minutos, a media altura, calor arriba y abajo sin aire.
- Mientras los cupcakes se cuecen, aprovechamos para preparar el glaseado y, para ello, simplemente tenemos que poner a calentar la nata en un cazo, a media potencia, y añadirle el chocolate troceado cuando empiece a humear. Bajamos la potencia al mínimo y, removemos constantemente (para evitar que se pegue/queme), hasta que esté totalmente derretido y sin grumos. Apartamos del calor y reservamos.
- Una vez que nuestros cupcakes estén hechos, los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla (unos 15-20 minutos, mínimo).
- Cuando los cupcakes estén fríos, comenzamos a glasearlos: cogemos el chocolate derretido, removemos bien para que se mezcle y quede sedoso y, vertemos una cucharada sopera sobre cada cupcakes. Como veréis en la foto, sólo hay que dejar que caiga sobre el centro y, él solo cubrirá toda la superficie (es decir: no hace falta untarlo). Dejamos que se endurezca aunque, dependiendo de la temperatura ambiente, esto puede llevar más o menos tiempo: si no queréis hacer experimentos, los podéis meter unos 15 - 20 minutos en la nevera y listo^_^.
¿Cómo que "listo"? ¿¡¡Y la decoración con azúcar!!? Bueno, los cupcakes de calabaza con glaseado de chocolate, como tales, ya los tenemos y, esa era la receta original: lo que pasa, es que el fotógrafo se encabezonó empeñó en decorarlos para Halloween y, venga a hacer telarañas de azúcar (le cogió el gustillo a decorar con glasa cuando hicimos las galletas de jengibre). De hecho, si os fijáis, las manos que aparecen decorando...¡son las suyas!
- Para hacer la glasa de azúcar, en un plato hondo o cuenco pequeño, vertemos el azúcar glas y le añadimos 3 cucharadas soperas de agua tibia. Removemos con intensidad hasta que el azúcar se disuelva y forme una crema con una textura similar a la pasta de dientes. Podéis ver el paso a paso que hicimos cuando decoramos las galletas de jengibre, para que apreciéis mejor la textura y, en caso de no tener manga pastelera para decorar, también encontraréis el enlace a un video donde nos enseñan cómo hacer una con papel de hornear.
- Vertemos la glasa en nuestra pequeña manga pastelera y, partiendo desde el centro de los cupcakes, dibujamos 5 radios. Sobre estos, realizamos 3 ó 4 circunferencias, comenzando por hacer una a 1cm del centro e ir dejando 1cm de separación entre ellas, aproximadamente.
- Dejamos secar unos 5 minutos y, ya tenemos nuestros cupcakes decorados para la noche más terrorífica del año....¡¡¡buuuuuu!!!^_^ Eso sí: con telarañas de azúcar o sin ellas, están como para darles un bocado en cualquier momento (aunque no sea Halloween:-)).