“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda…..”Olla de vaca y carnero
- 500 gramos de morcillo de carne de vaca
- 150 gramos tocino salado
- 300 de costillas carnero
- 200 gramos de punta de jamón
- 1 trozo de chorizo
- 3 huesos de caña pequeños
- 1 nabo
- 1 cebolla
- 350 gramos de garbanzos
- 500 gramos de berzas
- 1 puerro
- 2 zanahorias
- Sal
- Aceite de oliva
- Agua
- 3 huevos
- 150 gramos de pan rallado
- Perejil
- Ajo
Se ponen en remojo los garbanzos la noche anterior con agua templada y un puñado de sal. Por la mañana se lavan y se meten en una bolsa de malla para que no se descascarillen.
En una olla grande se pone bastante agua, la carne, huesos y jamón, a fuego vivo. Cuando rompe el hervor, se echa la bolsa con los garbanzos, se añade un poco de sal y se espuma cuidadosamente. Pasada una hora se añade el tocino, puerros y zanahorias y se deja hervir despacio durante tres horas, añadiendo siempre agua hirviendo o muy caliente para que no se interrumpa el hervor. En cacerola aparte se pone agua para cocer la verdura, echando ésta cuando está hirviendo, y se añade un poco de sal. Una vez cocida se escurre bien y se rehoga con un poco de aceite de oliva, en el que se freirá antes un diente de ajo. Se reserva al calor, añadimos el chorizo. Se Sazona y se deja cocer despacio. Se hace el relleno batiendo los huevos y añadiéndoles el pan rallado, perejil, ajo picado y un poco de sal; se hacen bolas no muy grandes, que se fríen en aceite muy caliente, dejándolas doraditas. Se echan en el cocido a medio cocer las patatas y se dejan hervir hasta que están en su punto. Se sirve el caldo en una sopera. En una fuente grande se ponen los garbanzos (sacados de su bolsa), la verdura a otro. En fuente aparte se sirve la carne, tocino, chorizo y jamón con los rellenos. Salpicón- 1/4 de kg. de carne cocida de res (pecho o costillar, sin hueso)
- 1 cebolla cortada en tiritas
- 2 tomates picados en daditos
- 1 pimiento verde
- Aceite de oliva
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 diente de ajo picado
- Vinagre
- Sal
- Pimienta
En una fuente colocar, la carne desmenuzada, la cebolla, el pimiento picado, el tomate, aderezar con con sal, pimienta, el ajo picadito, aceite, el perejil y un buen chorreón de aceite y vinagre; mezclar bien; dejar que macere unos minutos y servir.
“Los tomates son un ingrediente moderno, ya que en la época no se usaban mucho”
Duelos y quebrantos
- 8 huevos
- 50 gramos de tocina entreverado
- 2 sesos de cordero
- 2 riñones de cordero
- 1 cebolla
- 1 cucharada de manteca de cerdo
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de perejil picado
- Sal
Lavar las sesadas, quitarles la telilla que las recubren bajo el chorro del agua fría con cuidado y cocerlas en agua hirviendo con sal 10 minutos. Limpiar los riñones y picarlos.
Freír el tocino cortado en daditos en el aceite y la manteca, hasta que comience a dorarse; añadir la cebolla picada y los riñones, y continuar rehogando 10 minutos. Escurrir la grasa de la sartén dejando unas 3 cucharadas. Batir los huevos con sal y el perejil picado y agregarle los sesos picados. Verter en la sartén, revolver y cuajar a fuego bajo hasta que los huevos estén cuajados. Servir enseguida.
Lentejas- Lentejas
- 4 dientes de ajo
- Pan
- Vinagre
- Aceite
- Sal
Palomino
- 4 palomos jóvenes
- 50 gramos de manteca de cerdo
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- Perejil
- Pimienta negra
- Agua
- Caldo
Primero se limpian los palominos y se les retira el hígado, que servirá para hacer una salsa. En una cazuela, se sofríen los palominos con un poco de manteca de cerdo. Una vez dorados, se apartan, y en la manteca, se sofríe una cebolla picada, ajo, perejil y pimienta negra. Se añaden los trozos de hígado y se da un par de vueltas con la paleta, no más. Se echan los palominos a la cazuela, y se vierte un poco de agua, vino y caldo. El caldo puede ser el sobrante de la olla de días atrás. Nunca hay que tirar nada en la cocina. Se cuecen los palomos a fuego lento y cuando estén tiernos y en su punto, se retiran, machacando el hígado antes de servir la salsa.