Ahora sí que ya por fin estamos en otoño. Y digo por fin porque con este tiempo uno se vuelve loco y no sabe que ponerse. Si te abrigas tienes calor, si te pones sandalias se te quedan los pies helados. En definitiva, te pongas lo que te pongas no hay manera de acertar.
Además necesitamos urgentemente que llueva, al menos en Madrid, porque sino en breve los niveles de contaminación subirán y no podremos entrar en la capital con el coche y para los que trabajamos en Madrid y vivimos fuera, esto supone un trastorno importante.
Fijaos que el postre que os traigo hoy lo tenía metido en el cajón de los recuerdos, ya que lo había hecho hace más de un año, en plena primavera de 2017, para el cumpleaños del hijo de un amigo y no sé por qué, hasta ahora no ha visto la luz.
Yo creo que es un buen momento para publicar esta tarta, porque aunque es muy conocida y el que más y el que menos alguna vez la ha preparado, siempre es bueno tener alguna tarta de las que no necesitan horno, tanto por si os da pereza encenderlo como por si no tenéis. Además el que sea muy conocida, no quita para que cada uno le demos nuestro toque personal y la adornemos de una manera diferente.
En este caso, y como a su destinatario le encanta el chocolate, no sólo hicimos triplete (chocolate negro, chocolate blanco y chocolate con leche), sino que además completamos la tarta “tres chocolates” con una decoración multi chocolateada: Lacasitos, Snickers, Mikados, Toblerones, bolas de chocolate...
También cabe la posibilidad de preparar otras variantes de esta tarta, por ejemplo sustituyendo alguna capa de chocolate por mantequilla de cacahuete, dulce de leche, crema de especuloos… o también por mousses de frutas, de vainilla o de crema de leche. Algo parecido a esta tarta mousse de chocolate, frambuesas y vainilla.
Adicionalmente, y por si fuera poco chocolate he bañado esta tarta con una ganache de chocolate negro para que los forofos del chocolate os hagan la ola cuando la preparéis, pero si no queréis complicaros tanto la vida, con las capas de chocolate sería suficiente.
No es una tarta laboriosa pero debéis tener un poco de paciencia para que las capas vayan cogiendo cuerpo y estén lo suficientemente firmes antes de verter sobre ellas la capa siguiente y así evitar que se produzca un desastre en el momento de desmoldarla.
Si os parece, os cuento cómo la he preparado para que os animéis a hacerla un día de estos. Tanto esta versión como alguna de las que os he contado en esta entrada está deliciosa y depende ya de vuestras preferencias y gustos.
TARTA TRES CHOCOLATES
INGREDIENTES
Para la base
- 200 gr. de galletas maría
- 100 gr. de mantequilla
Para la capa de chocolate negro
- 150 gr. de chocolate negro de repostería
- 200 ml. de nata líquida para montar 35% M.G.
- 200 ml. de leche semidesnatada
- 1 sobre de cuajada
Para la capa de chocolate con leche
- 150 gr. de chocolate con leche de repostería
- 200 ml. de nata líquida para montar 35% M.G.
- 200 ml. de leche semidesnatada
- 1 sobre de cuajada
Para la capa de chocolate blanco
- 150 gr. de chocolate blanco de repostería
- 200 ml. de nata líquida para montar 35% M.G.
- 200 ml. de leche semidesnatada
- 1 sobre de cuajada
Para el glaseado de chocolate negro
- 80 gr. de chocolate negro de cobertura
- 40 gr. de mantequilla
Para las láminas de chocolate y la decoración
- Chocolate especial repostería (negro, con leche, blanco)
- Lacasitos
- Confeti dulce y sprinkles
- Palitos de chocolate (Mikados), Snickers, mini Toblerone, bolas de chocolate
ELABORACIÓN
Primero vamos a preparar la base de la tarta, para ello trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Extendemos esta masa en el fondo de un molde desmontable de 20 cm. con la base previamente forrada con papel de horno. Refrigeramos.
Ahora vamos a comenzar a preparar las diferentes capas de la tarta. Primero preparamos la capa de chocolate negro. Ponemos en un cazo a fuego medio la nata con 100 ml. de leche. En un recipiente aparte disolvemos el sobre de cuajada en los otros 100 ml. de leche revolviendo bien para que no queden grumos.
Cuando la leche con la nata están calientes añadimos el chocolate negro troceado y revolvemos con ayuda de unas varillas hasta que esté bien disuelto. Añadimos la leche con la cuajada y llevamos a ebullición revolviendo constantemente. Cocinamos durante 2 minutos aproximadamente.
Vertemos la crema de chocolate negro sobre la base de galletas y dejamos reposar para que vaya cuajando.
Empezamos a preparar la capa de chocolate con leche. Para ello seguimos los mismos pasos que para preparar la capa anterior únicamente cambiando el tipo de chocolate. Cuando tenemos cocida la crema de chocolate con leche, esperamos un poquito a que pierda un poco de temperatura y la vertemos con mucho cuidado (usamos una espátula para que no caiga directamente sobre la capa anterior) sobre la capa de chocolate negro.
Dejamos reposar para que cuaje y mientras preparamos la capa de chocolate blanco siguiendo los mismos pasos de las dos capas anteriores. Vertemos esta última capa de la tarta. Para ello volvemos a ayudarnos de la espátula en el momento de verter la crema de chocolate blanco encima de la capa de chocolate con leche. Dejamos reposar a temperatura ambiente. Refrigeramos al menos 6 horas aunque es mejor dejar toda la noche.
También tenemos que preparar las láminas de chocolate, para ello derretimos el chocolate que elijamos (yo he utilizado chocolate negro). Extendemos unas láminas de chocolate derretido sobre una lámina de papel de horno y le echamos encima sprinkles, confeti y Lacasitos. Refrigeramos toda la noche.
Para preparar el glaseado de chocolate negro, ponemos el chocolate troceado y la mantequilla en un cazo a fuego suave hasta que ambos ingredientes se fundan, removiendo bien para que se integren y obtengamos una crema lisa y homogénea. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco.
Desmoldamos la tarta sobre la fuente o cake stand donde lo vayamos a servir. Con ayuda de una cuchara vamos distribuyendo el glaseado por la parte superior de la tarta dejando que caigan las gotas de chocolate por los laterales.
Decoramos a nuestro gusto. Yo he utilizado las láminas de chocolate que había preparado, barquillos, Lacasitos, bolitas de chocolate, mini Toblerones, Mikados, Snickers, etc.
¿A que se os está haciendo la boca agua como a mi? No me extraña nada porque cuando pruegas un trocito de esta tarta, la textura es tan suave y cremosa, que el sabor de los tres chocolates se funde en la boca.Os aseguro que esta tarta es un acierto para cualquier celebración o reunión y no vais a dejar indiferente a nadie con ella.
Y mientras escribía he pensado ¿que sabor más otoñal que el de la calabaza? Además la calabaza y el chocolate forman una combinación perfecta, así que se me ocurre otra variante más, que además podéis preparar para Halloween que ya está a la vuelta de la esquina.
Dado que esta tarta fue un regalo, no tengo foto del corte, pero en este caso os lo podéis imaginar porque es exactamente igual por dentro que por fuera.