En mi casa siempre se decía "membrillo con queso sabe a beso" aunque también lo decían de la miel con queso.
INGREDIENTES:
- Membrillos
- Azúcar
- Pasamos los membrillos por agua para quitarles el pelo si es que lo traen.
- Ponemos los membrillos a cocer en una olla cubiertos con agua hasta que estén tiernos, esto lo sabemos cuando pinchamos una aguja y esta entra con facilidad y además la piel se resquebraja.
- Sacamos los membrillos del agua y los dejamos enfriar, los pelamos y troceamos quitándoles el corazón.
- Pesamos la pulpa que nos ha quedado le añadimos la misma cantidad de azúcar, lo envolvemos todo muy bien y dejamos reposar una media hora.
- Trituramos la mezcla anterior con la batidora y ponemos a fuego medio removiendo para que no se pegue.
- El dulce estará hecho cuando cambie a un color marrón claro y además al mover la cuchara esta deja rastro o bien podemos probar echando un poco en un plato frío separando en dos partes y viendo que tarda en juntarse.
- Cuanto más se cuece más duro se pone y tampoco conviene pasarse.
- Vertemos el dulce de membrillo en recipientes apropiados, cristal, cerámica o aluminio y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
- Se puede comer una vez frío como una compota sobre una tostada o sobre queso o bien dejar unos días secar a temperatura ambiente y tapado con un paño para luego desmoldar y cortar en trozos o láminas (unos 15 0 20 días). De cualquiera de las dos formas ¡¡YA ESTÁ LISTO PARA TOMAR!!