El segundo día del fin de semana en Mota del Cuervo tendría como protagonistas dos eventos, una cata de vinos locales, y un concurso de calderetas. Del concurso poco hay que decir, salvo que el hambre pudo más que las ganas de esperar a los jurados, y nos zampamos una riquísima caldereta preparada por familia y amigos de Samuel, que gustosamente nos dieron la receta "tu pones ajos hasta que te parezca, y pimienta, y laurel y vino y..." Vale, receta secreta, tomamos nota.
En la cata de vinos de Mota del Cuervo, Juanma Y Samuel nos presentaron los caldos de tres bodegas, Zagarrón, Santa Rita y Mont Reaga.
Zagarrón Vinos y Viñedos es una bodega fundada en 1948 y que actualmente cuenta con unas 5000 Ha de viñedos de diferentes variedades, acogidas todas ellas a la DO La Mancha. De esta bodega probamos algunos de sus blancos y su rosado 2009, y un moscatel semidulce. El Verdejo se presentó con un color amarillo pálido, brillante, con algún matiz verdoso. Aromas de intensidad media a plátano, cítricos y al final, herbáceo. En boca se notaba una acidez excesiva que lo hacía un tanto desagradable. El Macabeo tenía un color algo más intenso, con aromas limpios donde se notaba fruta fresca y algo de fruto seco, siendo en boca más intenso, algo untuoso y más persistente. Por último, el Sauvignon Blanc, con amarillo pálido, brillante, reflejos verdosos muy bonitos; en nariz mostraba piña, fruta blanca, azahar y algo de las notas de sudor o pis de la variedad; en boca era franco, suave, frutal y agradable. El Rosado está elaborado 100% con Tempranillo; vestía un precioso color frambuesa con ribetes grisáceos; aromas de buena intensidad y agradables, con fresas, frambuesas y lácticos (nata); en boca era fresco, muy agradable, algo goloso. El Moscatel Presidencial semidulce nos encantó. Amarillo pálido, brillante y limpio; nariz muy varietal, con piel y pepita de uva, piel de manzana, flores blancas; en boca ligeramente untuoso, dulce pero con una buena acidez que hacía que no fuera para nada empalagoso, y un final de duración media. En resumen, Zagarrón nos mostró unos vinos blancos a los que faltaba algo de expresividad, quizá debido al clima de La Mancha, pero que, salvo el Verdejo por su acidez, resultaron frescos y agradables. De ellos me quedaría con el Sauvignon Blanc. El rosado es un rosado al estilo del norte, fresco, suave, muy rico. El Moscatel fue el que más gustó de todos, muy varietal y muy rico, sin ser empalagoso en absoluto, apetece beber otra copa.
Santa Rita es una bodega fundada en 1972, que cuenta con más de 600 Ha de viñedos de distintas variedades. De esta casa probamos su joven Veronés, blanco y tinto, y su tinto con crianza, Varones. El Veronés Airén 2009 mostraba un color amarillo pajizo, brillante; aromas a fruta de hueso (albaricoque), manzana y notas herbáceas. En boca era ligero, frutal y algo corto. El Veronés Tinto Joven 2009 (100% Tempranillo) tenía un bonito color picota intenso, algo apagado, con ribetes violáceos. La nariz era muy extraña, con humo y maderas, que sólo al final dejaban salir algo de frambuesa. En boca se mostró algo rústico y desequilibrado, con acidez y taninos sin acabar de entenderse. Para terminar, el Varones 2004 (Cabernet Sauvignon, tinto con crianza) se presentó con un color granatoso evolucionado, con ribetes marronáceos; aromas de media intensidad, destacando la tipicidad de la Cabernet, con casis, especias y pimiento; en boca es un vino sedoso, bastante redondo, con un final agradable. Los vinos jóvenes de Santa Rita no destacaron especialmente, y su Tempranillo (quizá por algo de sobreextracción) no parecía en absoluto un joven. Su Cabernet con crianza si es un vino agradable y fácil de beber, de los que suele gustar.
Mont Reaga es una bodega familiar fundada en 2003 y que actualmente cuenta con 130 Ha de viñedo entre Belmonte y Mota del Cuervo. De este elaborador pudimos probar sus tintos La Esencia y Viña Aránzazu. La Esencia (tinto con crianza, 100% Syrah) es un vino con un color picota intenso, bien cubierto, con ribetes cardenalicios; aromas de buena intensidad con frutas negras, flores y especias; su paso por boca es lleno, agradable, algo golosón, con retronasal frutal y un final algo rugoso. El Viña Aránzazu (tinto con crianza, 100% Merlot) es un vino de un intenso color cereza oscuro, ribetes violáceos; nariz de intensidad media, con fruta roja, caramelo, levaduras y madera, en boca se mostraba aún sin terminar de ensamblarse, pero con buen paso, frutal, y un final aún algo áspero. Quizá los mejores vinos de la cata, estos de Mont Reaga. El Syrah puede hacerse aún algo más, y tiene un final algo tánico, mejorable, pero es rico. El Viña Aránzazu es un Merlot bien hecho, a pesar de que probamos un vino recién sacado del depósito, que aún necesita un añito o dos en botella para afinarse. Una pena que no se comercialice, y sea sólo para amigos de la bodega.
Una mañana muy agradable, con una cata muy bien dirigida por Samuel y Juanma, que la hicieron muy amena y didáctica, donde aprendimos muchísimo, algunos nos dimos cuenta de que no tenemos ni idea, y nos llevamos una buena impresión de los vinos elaborados en esa zona del centro de Castilla la Mancha. Esperamos poder repetir el año que viene.