Hoy os voy a presentar una receta, o mejor dicho, más que una receta podríamos decir una muy buena idea para sorprender a los vuestros en algún día especial.
Se trata de unos bocados de fresas con chocolate (míticas de siempre) pero con una decoración que os dejaran quedar estupendamente con vuestros comensales.
Aunque a simple vista parecen muy sencillas es importante que os señale dos o tres cosillas para que os queden dignas de una buena pastelería o restaurante reputado internacionalmente.
INGREDIENTES:
- 100 gr. de chocolate negro
- 100 gr. de chocolate blanco
- Fresas frescas semi-maduras.
ELABORACIÓN:
Ponemos en un vaso unas cuantas onzas de chocolate y lo derretimos en el microondas, revisando cada 30 segundos para que no se queme.
Preparamos dos platos cubiertos con papel de hornear.
Mojamos la fresa en el chocolate “tibio”.
Dejamos que escurra lo máximo el chocolate y ponemos la fresa con mucho cuidado en el primer plato. La función del primer plato es escurrir el exceso de chocolate para que nuestras fresas queden lindas a la vista.
Cuando ha escurrido el chocolate que sobraba (unos 2-3 minutos después) pasamos la fresa al segundo plato.
Cuando terminemos el primer paso con todas las fresas, las introducimos con mucho cuidado en el congelador durante 2 minutos (en el propio plato).
Mientras tanto derretimos chocolate blanco en el microondas y realizamos un cono con papel de horno.
Es importante que la punta tenga una abertura lo más fina posible para poder hacer hilos de chocolate blanco. Introducimos el chocolate blanco en el cono, sacamos las fresas del congelador y las decoramos con el chocolate blanco haciendo hilos de derecha a izquierda por encima de las fresas.
Volvemos a introducir en el congelador otros dos minutos y listo! Tenemos unas fresas crujientes mezcladas con el sabor amargo del chocolate negro, el sabor dulce del chocolate blanco y por supuesto FRESAAAAAA!!!!!
Nota: Os recomiendo guardarlas en la nevera y justo 5 minutos antes de servir darle un toque de congelador para que crujan al morderlas. Os derritiereis del gusto y luego se os hará ¡¡La Boca Chocolate!!
Besos
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