Una barra con apenas 15 taburetes para comer de manera informal. Como no vi paneles ni cartas, me fui a los terminales de autoservicio pensando que era una buena idea: poder ver tranquilamente todo lo que había, sin prisas ni molestias. Fue un error porque no me mostraron todas las opciones. Luego vi que al sentarte, frente a cada taburete, hay un QR con una carta-web donde se puede comandar y pagar. Pero lo mejor es sentarte y pedir ayuda a los miembros del equipo, te asisten y te ayudan en caso de dudas y por ejemplo vi que a mucha gente le recomendaron los huevos benedictinos.
Como el terminal no me ofreció los huevos me los perdí. Pero a cambio probé unos huevos voladores que es un sándwich en pan de brioche, huevos revueltos con su toque XO, queso y bacon. Como todo lo que prepara Dabiz el sabor es explosivo. (16€)
Para la parte dulce tienen varios tipos de bollos pero el TOP es el flat croissant. Un cruasán plano, de textura dura y azucarada, recubierto de chocolate o nubes. El precio es de 4,4€ y merece mucho la pena.
El desayuno completo con el sándwich, croissant y un café sale por 22€. Barato no es pero teniendo en cuenta que ya de por si los aeropuertos son un atraco a mano armada, es un local que solo puedes visitar cuando viajes en avión (y salgas de las T4S de Madrid) y que además no es la típico comida aburrida de las terminales ¿por qué no probarlo?