Hoy os traigo un clásico de las pastelerías Bilbaínas y que forman parte de los recuerdos dulces de mi infancia: los "jesuitas", la verdad es que no sé muy bien el origen de este nombre y tampoco he tenido referencias claras al respecto, lo único que os puedo contar es que mi abuela y después mi madre decían que se llamaban así porque eran secos por fuera pero tenían algo por dentro, espero no ofender a nadie con este dicho...
Estos pastelitos son fáciles de hacer si se tiene una lámina de hojaldre, propio o comprado, por supuesto que mejor el propio y que cuando más fino sea el hojaldre más fino será el pastelito. El cabello de ángel también puede ser casero o se puede comprar.
Por último deciros que en la parte superior se ponen almendras laminadas pero yo no tenía así que eché mano del crocante que tenía y lo puse en su lugar
Y sin más preámbulos os cuento cómo los he hecho.
INGREDIENTES:
Una lámina de hojaldre (salen 12)
Cabello de ángel para el relleno
1 clara de huevo
200 g de azúcar glas
almendras laminadas (yo he puesto crocante)
MODO DE HACER:
Se
enciende el horno a 180º
Se
espolvorea la mesa con la harina, se extiende la masa con el rodillo de forma
que quede fina. Cuando está preparado se pasa una brochita para quitar la
harina restante (para que luego no se queme en el horno).
Se
divide la masa imaginariamente en dos, se pone el cabello de ángel sobre una de
las dos mitades y se pliega la otra sobre esta. Una vez hecho esto se aplasta
un poco.
Se prepara una glasa: para ello se bate la clara de
huevo y cuando empiece a espumar se le añade el azúcar glas y se sigue batiendo
hasta conseguir una consistencia espesa pero que se pueda extender.
Se pone la glasa sobre la parte superior del hojaldre
doblado con cuidado que lo cubra bien y de forma uniforme.
Con un corta pizzas o un cuchillo grande se cortan
triángulos, lo más fácil es cortar cuadrados y luego estos por la mitad.
Se ponen encima las almendras fileteadas.
Se meten los triángulos al horno precalentado unos 15-20
minutos (bueno ya sabéis que cada horno es distinto, es mejor que se vigilen
mientras están en el horno para evitar desastres). Hay que tener cuidado de que
no se queme la glasa por lo que es mejor ponerlos a una altura baja en el horno
baja. Si se tuesta demasiado sin que se haya hecho el hojaldre habrá que
cubrirlos con un papel de aluminio. Hay hornos que calientan más por una parte
que por otra, por lo que es posible que haya que tapar solo una parte.
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