¿Dark mood? ¿Mystic light? ¿Clave baja? ¿Claroscuro? ¿Qué se cuece en la fotografía culinaria? Algunos pequeños consejos (tips, que queda mucho más molón) para conseguir el look del momento…
No importa por qué nombre lo conozcas, ni cómo lo hayas llamado hasta ahora, a continuación algunas pequeñas claves para conseguir ese look tan de moda en fotografía culinaria.
- Decántate por fondos y superficies oscuras. Negro, grises marengo o plomizo. Lisos o con textura. Y ten en cuenta que si tienes un fondo liso, siempre puedes añadirle una textura en la edición.
- Utiliza complementos (vajilla, cubiertos, utensilios, telas…) de colores oscuros o neutros, desgastados, usados, vividos, con solera y textura interesante.
- Juega con una composición cuidada y planos a nivel o picado. Un plano cenital te ofrecería menos posibilidades de jugar con la luz.
- Haz destacar pequeños elementos más claros frente a otros oscuros para aportar contraste e interés.
- Si otras veces luchas por conseguir una exposición correcta, en este caso intenta subexponer ligeramente tu imagen. Utiliza la compensación de la exposición para conseguirlo. Se trata de crear un ambiente oscuro en el que todavía podamos apreciar los detalles.
- Si utilizas luz lateral, se destacarán más los volúmenes.
- Trabaja con la luz, con reflectores y banderas negras hasta conseguir un marcado efecto de claroscuro. La fotografía que acompaña este post está hecha colocando el set al lado de una pequeña rendija de luz.
- En la edición, crea una capa de color gris al 50% y modo de fusión Luz suave y resalta luces y sombras con pintura blanca y negra.
Tengo que reconocer que aunque preciosa, este tipo de fotografía está empezando a saturarme un poco. En el momento menos pensado, voy y me paso a otra cosa…