Durante la temporada del calçot suelen caer unas cuantas (muchas) de las de en familia y con amigos. No podemos evitarlo: somos calçotmaníacos.
A la que la cebolla está en el mercado, nos lanzamos a por ella, dispuestos a quemarla y comérnosla, ensuciándonos las manos.
Las calçotades son variadas. Unas mejor que otras, ya que la calidad de la cebolla ( tierna y dulce) , el saber hacer del master-del-universo del fuego y la maestría en la salsa son variables que pueden perjudicar el resultado.Otro de los factores es , claro, la calidad ( ya no digo cantidad) de los comensales que se van a hermanar en ese acto tan íntimo de engullir la cebolla quemada. Si todas esas incógnitas están bien resueltas en la ecuación, te llevas una calçotada de luxe al gaznate ( y al alma, también).
“La madre de todas las calçotades” de esta temporada, se inició a las 12:00 del mediodía y acabó a las 12:00 de la noche ( aprox ; – ) ). Los calçots eran “reserva”. De una calidad excelente. La salsa , espectacular. Lo que siguió, de diez: buen all i oli, carne ( buti, costillas, etc)… El lugar ( ya familiar , vamos por la 10ª Edición) tan auténtico como siempre y… los comensales… Los comensales y compañeros de tiznamiento, de lujo.
Además de mancharnos, nos reímos muchísimo y eso, al final, es lo mejor de una de estas calçotades-madre. Todos los que practiquen esto del calçot, entenderán perfectamente mis palabras y el sentido de “Brother del Calçot”. Si tienes un Brother de Calçot, ya lo tienes para siempre. Oh yeah! ; – )
Los que no lo han probado nunca, tienen una posibilidad de dejarse llevar por la extraña fascinación por cebolla quemada ( y las risas que parece que lleva adheridas) en el mundo online : los amigos de calsots.com siguen empeñados ( con éxito) en servirte en casa, calçots de primera calidad de Valls y la “salsa secreta”. Lo de quemarlos “bien” ya es algo que queda en manos del que los haga….

Increíble viendo la foto pero…¡Qué gratos recuerdos depierta este montón de desperdicio de cebolla!…