Hola a tod@s!
El otro día os comenté que estos días tendría muchas tartas que enseñaos, esta es una de ellas.
El sábado fue la celebración del cumpleaños de Violeta y su mamá, amiga mía, siempre me pide que le prepare la tarta, con ésta ya van tres! Gracias Clara por confiar tanto en mí!
Este año, lo tenían muy claro. La verdad es que Violeta tiene bastante claro todos los años qué elementos tiene que tener la tarta de su cumple! Y este año, como se va haciendo mayor, quería combinar los colores, rosa, violeta y dorado con una gran flor encima.
Así que, a ello me puse! La tarta era un bizcocho de chocolate relleno de buttercream de fresa y frutos del bosque cubierto con ganache de chocolate.
El piso de abajo lo rodeé con pequeños círculos perforados o marcados con una flor. Para conseguir el color dorado, teñí fondant blanco con colorante color caramelo y después, diluí los polvos Metallic Golden Sands de Rainbow Dust con unas gotas de ron blanco (tranquilos!! se evapora y no deja alcohol!). Después, con un pincel fue pintando todos los círculos.
La flor, una peonia rosa, con los pétalos retocados en color dorado.
El resultado de la tarta me gustó mucho! Quedó con un aire muy marroquí, verdad? Totalmente diferente a lo he hecho hasta ahora…
En mi opinión, es un buen ejemplo de que no todas las tartas infantiles tienen por qué ser rosita y blanco, en tonos pastel, con muñequitos…Si te gusta un estilo distinto, si la tarta es bonita, por qué no?