Oímos la palabra "Limonada" y automáticamente pensamos: azúcar, agua y zumo de limón. Fácil, ¿verdad?. Pero tiene su truco mágico, pues si ponemos todos los ingredientes tal cual, el azúcar quedará en el fondo de la jarra, y perderá su toque. Así que la mejor forma de preparar una deliciosa limonada casera es hacer primero un jarabe simple, calentando en un cazo a fuego lento un poco de agua con azúcar, hasta que se disuelva y luego mezclar con el zumo de limón.
Aquí os doy las cantidades que yo uso y para mí son perfectas, encontrando un equilibrio entre el dulzor del azúcar y la acidez del limón, pero sentíos libres de variar la receta añadiendo o quitando un poco de los ingredientes. Eso si, primero probad mi versión y luego si no os gusta... pues adelante!! :)
Ni que decir tengo, si tenéis la opción de encontrar limones directamente de un árbol, el sabor se nota a los comprados en el supermercado; pero qué muy mucho!! Yo tengo la suerte del huerto de mi hermano y tiene varios árboles, estoy encantado!
Un dato curioso que mi hermano me comentaba, es que los limones de la temporada tardía son menos agrios de sabor que los limones de la temporada temprana, y la variedad Meyer son más dulces que los limones estándar.
Y para los amantes del sabor más intenso a limón, pues cuando comencéis a preparar el jarabe, añadir la cáscara de 1 limón y una vez listo, dejar enfriar antes de colar. El calor sacará todo el perfume del limón, aromatizando aún más vuestra limonada.
Ingredientes:
300 ml. de zumo de limón (el zumo de unos 5-6 limones aprox.)
600 ml. de agua mineral
6 cuch. grandes de azúcar blanco (120 grs. aprox.)
La piel de 1 limón (si queréis un sabor más intenso)
1-2 rodajas de limón
Cubitos de hielo (opcional)
Elaboración:
Comenzamos la receta con un jarabe ligero, colocando en un cazo pequeño el azúcar junto con la mitad del agua y poner a fuego lento hasta que el azúcar se haya disuelto del todo (no es necesario que rompa a hervir). Retirar del fuego y dejaremos enfriar por completo.
Mientras tanto, exprimir los limones y echamos el zumo en la jarra elegida, junto con las rodajas de limón, el jarabe frío y la otra parte del agua hasta completar. En este momento podéis añadir los cubitos de hielo para enfriar más rápido o meter en la nevera como mínimo 2 horas antes de servir.
Si encontráis el sabor de la limonada un poco dulce, podréis agregar más zumo de limón o al contrario, si está muy fuerte de sabor, pues más agua o cubitos de hielo (cuando se derritan, naturalmente es como si añadís un poco de agua extra).
Nota: Estaréis pensando en un montón de posibilidades que os daría el añadir algún ingrediente extra, como hojas de menta fresca, flores de lavanda, jengibre rallado... pero ya sería otras variedades de limonada; aquí os doy mi receta básica, y más adelante os enseñaré las muchísimas versiones que se pueden preparar, os encantarán!! ;)