La receta de hoy no puede ser más sencilla.
Pocos ingredientes y poca elaboración.
Se puede preparar, lógicamente, con mantequilla comercial, pero como todos sabemos, no hay nada
como lo casero, por lo que si se tiene una mantequilla preparada por nosotr@s mism@s,
el resultado siempre será mucho más bueno, en todos los sentidos.
Las mantequillas se prestan a todo tipo de preparaciones para acompañar multitud de diferentes platos,
pero puesto que la flor de lavanda se puede encontrar aún en plena floración,
el toque de esta aromática flor, le da un gusto fabuloso a la mantequilla para acompañar esas tostadas del desayuno, o elaborar galletas, bollería, etc.
- Elaborar una mantequilla casera como la de la foto de más abajo
- Después de tener la mantequilla casera preparada, echar la cantidad que se quiera elaborar con lavanda en un bol y dejar a punto de pomada.
- Agregar las flores de lavanda frescas (sólo las flores) y mezclar bien.
- Colocar la mezcla resultante en un papel film, envolver y formar un rulo.
- Meter en el frigorífico para que se enfríe.
- Servir como acompañamiento untado en pan o utilizar al gusto.