Revista Cocina
La Denominación de Origen de los vinos de Jerez da por concluida la vendimia de 2013. La campaña toca su fin con una producción final que supera los 80 millones de kilos de uva, un 70% más que el año precedente y de una calidad “excepcional”. Las lluvias han permitido al marco recuperarse de la campaña de 2012, anormalmente corta por la sequía.
A expensas de que en las próximas horas cese la actividad en los únicos seis lagares que quedan abiertos en Sanlúcar, Chipiona y Chiclana, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen subraya que se han superado en casi 20 millones de kilos de fruta las previsiones que manejaba el sector en el inicio de la cosecha.
Además del notable repunte de la producción, el presidente de la institución vitivinícola, Beltrán Domecq, destaca la calidad “excepcionalmente buena” de la fruta en una vendimia sin plagas ni pudriciones y muy beneficiada por la calidez de la primavera y los más de 800 litros de agua por metro cuadrado que han caído en algunos pagos.
La producción viene a calmar los ánimos en el marco del Jerez después de que en 2012 las bodegas tuvieran que recurrir al almacén para satisfacer la demanda.
A la espera de que el Consejo Regulador determine la uva que se califica para vino, se prevé que la cosecha de 2013 permita cubrir las necesidades de las marcas vinateras de la denominación de origen, que suelen comercializar al año más de 40 millones de botellas en países de los cinco continentes.
El marco de Jerez confía ahora en alcanzar un deseado equilibrio tras un par de años de campañas más cortas y varias vendimias anteriores en las que los excedentes llegaron a triplicar las ventas y provocaron la caída libre tanto del precio de la uva como de los caldos ya embotellados.
La campaña que ahora acaba espanta el fantasma del desabastecimiento que algunas organizaciones agrarias han aireado, a pesar de que en las bodegas jerezanas aún hay reservas para atender la demanda de cuatro años.
Las previsiones apuntan a que la producción aumentará en los años venideros. La cosecha que ahora acaba será la última de las cuatro previstas en el plan de viabilidad firmado en 2010 por la Consejería de Agricultura con las organizaciones profesionales del marco. Desde entonces la producción íntegra de 525 hectáreas de viñedo se ha destinado a la elaboración de un estudio sobre el mosto concentrado. Finalizada ya la iniciativa, la uva de este medio millar de hectáreas, unos nueve millones de kilos, se sumará a la recogida disparando de nuevo el resultado de la recolecta.
La vendimia de 2013 también está marcada por la mecanización, que años tras año sigue ganando terreno. Los datos disponibles apuntan a que más del 70% del total de la uva procesada en los lagares se ha recogido con cosechadoras mecánicas. Esto ha posibilitado que buena parte de la actividad de corta y molturación se haya desarrollado durante la noche. Así se consigue que temperaturas más suaves favorezcan la llegada de la fruta a los lagares en condiciones óptimas.