Una receta de mi padre, de las muchas que hace. En la receta de los callos, se incluye en menor proporción el morro y la pata, sin embargo, a mi padre como lo que más le gusta es esa parte y ha decidido hacer un guiso solo con pata y el morro. Además, si le quitáis como hace él toda la grasa el plato conserva el sabor y no es tan contundente como los callos. Vayamos con la receta que de verdad es riquísima.
Ingredientes
- 800 gramos de pata
- 600 gramos de morro de ternera
- 1 chorizo asturiano
- 1 morcilla asturiana
- 1 trozo de jamón o lacón asturiano.
- 1 cebolla entera
- 1 cabeza de ajos mediana
- 4 hojas de laurel
- Guindilla (al gusto)
- 1 Cucharada de maizena disuelta en medio vaso de agua
Para el sofrito:
- 1 cebolla mediana
- 2 ajos
- 1/2 cuchara de café de Pimentón dulce
- 1/2 cuchara de café de Pimentón picante
Elaboración
1.- Limpiar el morro y la pata con varios baños de agua fría. Cocer sólo ambos productos en la olla abierta durante 3-4 minutos. Quitar el agua de la cocción y echar una nueva cubriendo dos dedos por encima, incorporar también las dos cebollas, el laurel, los ajos y el embutido. Cocer durante 60 ‘ con la olla a presión cerrada.
2.- Hacer el sofrito con la cebolla y los ajos finamente picados; echar el pimentón. Echar el sofrito y cocer destapado unos 10 ‘ a fuego lento. A mitad de cocción probar de sal y picante, ajustar. Si necesita picante echar la guindilla.
Antes de retirarlo echar la maicena con el agua. Retirar y dejarlo enfriar antes de meterlo en la nevera. Sacar el embutido y la cebolla y apartarlo en un recipiente. Cuando el guiso esté frío, quitar toda la grasa que se habrá quedado en la superficie. Reservar un poco de caldo y la grasa junto con el embutido por sí alguien quiere tomarlo con estos ingredientes. Este plato es mejor comerlo transcurridas 24 horas, ya que así concentra el sabor.