CAL 242,2 · HC 43,1 · PR 9,5 · GR 4,7 [100 G]
Tengo que subsanar un grave descuido. Ya mismo.
No puede ser que lleve tantos y tantos panes publicados en mi blog, y que el elemental, sencillo, rústico y resultón pan de soda, no haya llegado hasta hoy al índice. Imperdonable.
Tenía que estar. Así que en cuanto tomé conciencia de la situación, me puse a ello.
Y surgieron los problemas.
El primero: en casa no hacemos panes blancos, con excepciones contadas. Mi pan de soda iba a ser integral. Pero no sólo. La harina integral, aromática y profunda tras un proceso de levado de larga duración, es arisca y amarga cuando no leva. Por ello, era necesario añadir miel, que matizara el poso agrio de la harina integral ecológica tan sabrosa en otros panes. Y la miga se apelmaza con facilidad. Un poco de aceite lo arregla y da esponjosidad. La avena ayuda a la miel a dar un sabor más amable al pan.
Tras añadir tres ingredientes sobre la receta base, surge la siguiente dificultad: no puedo tomar buttermilk porque soy intolerante a la lactosa. Sí puedo tomar yogures naturales artesanos [no tienen lactosa, mientras que muchos industriales la añaden] y preparé un buttermilk casero con yogur y agua. Pero este tiene más sólidos que el comprado, y reajusté la hidratación, que de por sí debe ser más alta por la harina integral que siempre necesita algo más.
A ver, que no nos engañen: lo del yogur con agua sirve para hacer algo parecido al buttermilk y que te apaña las recetas, pero no es buttermilk y no sabe exactamente igual. Que tampoco importa, porque está bien rico, eso también. Y no tiene lactosa: bonus track.
Total, que cuando mi pan de soda ya empezaba parecerse peligrosamente a cualquier otra cosa, me pareció que era el momento de parar. Y recapacitar.
Y me pregunté: ¿Qué es un pan de soda?
Un pan en el que la levadura es sustituida por bicarbonato sódico, y que generalmente [aunque no necesariamente] utiliza buttermilk en lugar de agua. Por lo tanto, si el pan tiene bicarbonato y no levadura de panadería, es un pan de soda.
Genial.
El resto, completamente adaptable. ¿Te apetece?
INGREDIENTES
[UNA HOGAZA DE 1 KG] Harina integral de trigo, 400 g Harina blanca de trigo [floja, de repostería], 75 g Avena en copos, 25 g Buttermilk*, 500 g Bicarbonato, 9 g Sal, 9 g Miel, 20 g Aceite, 20 g *El buttermilk lo he hecho con 375 g de yogur natural artesano y 125 g de agua. Se mezcla y se utiliza, sin esperar. Hay más formas de preparar buttermilk, yo uso esta porque no puedo tomar lactosa, y los yogures artesanos si están hechos por el método tradicional, no tienen. Los industriales casi siempre añaden lactosa o sólidos de la leche.MODUS OPERANDI
Precalentamos el horno a 250ºC.
Como adelantaba antes de empezar, esto va a ser realmente sencillo. En un bol ponemos todos los ingredientes, en el orden que nos dé la gana, y los mezclamos hasta que se queden integrados. Sin amasar. Sin complicarnos. Nada. No.
Lo ponemos en un molde o aro de emplatar [untado con mantequilla o aceite, o forrado con papel de horno, salvo que sea antiadherente]. Esto ayudará a que el pan vaya hacia arriba y no se desparrame a lo ancho.
Una vez el horno esté a la temperatura, metemos el pan. Yo le he hecho unos cortes y lo he cubierto de avena para que quede rústico y mono, pero tampoco hace falta.
Lo cocemos 20 minutos a 250ºC, bajamos la temperatura a 200ºC y lo dejamos otros 20 minutos más. Si lo ves muy dorado, puedes cubrirlo con un papel aluminio para que no se chamusque la corteza.