Revista Cocina
Estos pasteles salados son una forma "camuflada" de comer verduras, tanto para los adulto que les cuesta como a los más pequeños, yo lo puse tal cual, porque nos gusta así pero si queremos que coman los más reacios le podemos añadir una salsa de tomate casera por encima, o una salsa de queso o lonchas de queso fundido, queda riquísimo y a los más peques y no tan peques les encantará.
Son apropiados para acompañar carnes y pescados o con una ensalada como plato principal de una cena.
Ingredientes:
350 gr de champiñones
1 Cebolla mediana
1 diente de ajo
un puñado de perejil
sal
Pimienta blanca
50 ml de vino blanco
150 gr de leche semidesnatada (o leche evaporada, o nata), lo que se tenga a mano.
3 huevos medianos
De 3 a 4 cucharadas de aceite de oliva
Preparación:
Clentamos el aceite en una cazuela, cortamos los champiñones y la cebolla a trozos pequeños, echamos seguidamente el ajo y el perejil, la sal, la pimienta blanca y dejamos de que se rehoguen "unos 10 minutos" y le añadimos a continuación el vino blanco dejándolo reducir, hasta que evapore.
Pasamos todo por un procesador de alimentos o batidora, y le añadimos la leche junto con los tres huevos batidos, mezclamos bien y echamos en el molde.
Microondas:
Tardó en estar listo en 10 minutos a máxima potencia, estos tiempos son relativos ya que dependerán del microondas, ir comprobándolo, e ir aumentando de minuto a minuto hasta que esté hecho, se sabe que está hecho cuando se despegue de las paredes del molde y al introducir un palillo en el medio éste sale limpio sin restos.