Una tarde a la semana suelo dedicar algunas de sus horas a visitar a mis vecinos, antes podía ser cualquier día últimamente suele ser la tarde de los domingos, y acompaño mis visitas con un bizcocho o un pastel que les preparo con poca azúcar porque según ellos el médico no se lo ha quitado, pero les ha dicho que no abusen del dulce. Mis vecinos son un matrimonio mayor (un poco más mayores que mis padres) cuyos hijos no viven en esta ciudad, como tampoco mis padres. Ellos no lo saben pero me aportan muchísimo más que el bizcocho que yo les llevo y ellos tan encarecidamente me agradecen una y mil veces. El cuida de Mercedes con todo el amor del mundo, la ayuda en todo y la protege contra todo. Ella desde hace años tiene un amante de nombre alemán, no la deja ni a sol ni a sombra, llena sus días de dolor, rabia y tristeza. La maltrata y le está quitando la vida poco a poco, frente a este despropósito y desaguisado su marido intenta aliviar el daño que le infringe su amante con caricias y palabras dulces. Cuando estoy con ella me cuenta cómo su madre se quedó viuda muy joven y todo lo que peleó y luchó para sacar adelante a sus nueve hijos y lo duro que batalló ella junto a su marido para sacar arriba a su familia. Hoy es domingo y, esta tarde también pasaré un rato con ellos. La semana pasada les preparé un pastel con dos de las cosas que más le gustan a Mercedes (como buena gallega): el queso y el membrillo. Cuando se lo llevé ella me volvió a contar cómo de bonita era su antigua casa, justo al lado del mar, como todo el que pasaba por delante se quedaba prendado de su cuidado jardín y de esas flores que ahora no recuerda cómo se llaman, su marido dulcemente le ha dicho: “Merceditas, neniña… eso ya se lo has contado muchas veces”. Se me olvidaba, el amante de mi vecina se llama Alzheimer.
PASTEL JAPONÉS DE QUESO CON TOQUE MEIGO
Ingredientes:
200 grs de queso quark (queso batido)200 grs de queso crema (tipo Philadelphia)50 grs de queso D.O Arzua-Ulloa en trocitos pequeños
(toque meigo)6 huevos (separando las yemas y las claras)100 ml de leche.150 grs de azúcar.60 grs de harina.

20 grs de Maizena.
Pizca de sal.50 grs de mantequilla (Y un poco más para engrasar el molde)1c.s de vinagre de arroz.½ c.c de bicarbonato.½ c.c de esencia de vainilla.50 grs de
dulce de membrillo (toque meigo)Elaboración:Con ayuda de un sacabolas chiquitín hacemos bolitas de membrillo y reservamos.

Vertemos en un cazo la leche, los quesos, la mantequilla y el azúcar y lo ponemos a calentar a fuego bajo, sin que llegue a hervir, removiendo con varillas hasta que los quesos se deshagan por completo y todo quede perfectamente integrado. El resultado será una crema suave. Cuando esto esté, apartamos el cazo del fuego y dejamos que se temple. Mientras, montamos las claras con una pizca de sal a punto de nieve (Con varillas o en la thermomix, con mariposa: 8 minutos a 37º, vel. 3 ½ ). Reservamos.

A la mezcla de quesos le incorporamos las yemas y mezclamos bien.Añadimos la esencia de vainilla y luego la harina y Maizena tamizadas. En este momento le añadimos el bicarbonato y el vinagre. Mezclamos todo muy bien.
Incorporamos, la mitad de las claras montadas a punto de nieve a la mezcla, con movimientos envolventes.Encendemos el horno a 170º calor arriba y abajo.Incorporamos la otra mitad de las claras a la preparación de queso y mezclamos todo suavemente y con movimientos envolventes para que no pierda la mezcla el aire. Reservamos unas cuantas bolitas de membrillo y el resto lo incorporamos a la preparación.

Engrasamos con mantequilla el molde y vertemos la mezcla.Ponemos en la bandeja del horno como dos dedos de agua lo más caliente que salga del grifo y colocamos nuestro molde con la preparación para cocerlo al baño maría.

Metemos al horno y cocemos a 160º durante 1 hora. Apagamos y dejamos dentro el pastel otros 15 minutos,
pasado este tiempo abrimos la puerta pero no sacamos el pastel hasta que no esté completamente frío, con esto evitaremos que el pastel “se baje” como un sufflé.
Versión para compartir, decorada con azúcar dorada y bolitas de membrillo.
Desmoldamos, dejamos reposar y decoramos al gusto.
La versión mini la he decorado con hoja de cerezo en salmuera y bolitas de membrillo
Nota: el vinagre de arroz se puede sustituir por vinagre de manzana. Y en lugar de vinagre y bicarbonato se puede utilizar impulsor. El azúcar dorado lo he preparado añadiendo colorante alimentario de oro en polvo a un poco de azúcar blanquilla.