Seguro que en vuestra niñez habéis probado los Picatostes, esas rebanadas de pan frito y envueltos en azúcar. Mi madre solía ponerlos así, o mojados en leche o vino, pero para mí eran el desayuno perfecto, porque los que sobraban iban desapareciendo a lo largo del día. Jamás quedaron picatostes del desayuno para la merienda.
La cocina tradicional española está llena de platos en los que el pan sobrante es indispensable para su elaboración, ya que se juntaba el precepto religioso (-«¡no tires el pan, que es el Cuerpo de Cristo!) con la triste realidad de que tirar cualquier resto de comida era impensable.
Sopas, gazpachos, ajoblancos, salmorejos, refrito para platos como los espárragos esparragados o el choco al pan frito, empanados, albóndigas… el pan es el elemento aglutinante que da consistencia a todos estos platos, pero además, se convierte en un fruto de sartén en forma de Picatostes o Torrijas que endulzan los caracteres más agrios.
La de hoy no es una receta elaborada, quizás no sea elegante, pero es un plato que desempolva los recuerdos de días con tu abuela o con tu madre en la cocina, ayudando a rebozar en azúcar o «robando» un picatoste de la fuente antes de ponerla en la mesa.
¿Preparados para viajar en el tiempo?
Cómo hacer los Picatostes, paso a paso:
Ingredientes:
- Una barra de pan del día anterior
- Aceite de oliva virgen o virgen extra para freír
- Una cáscara de limón
- Azúcar para rebozar
- Canela o vino con azúcar (opcional)
Preparación:
Ponemos a calentar el aceite de oliva virgen o virgen extra. A mí me gusta freír primero una cáscara de limón para quitar el sabor amargo del aceite y aromatizarlo.
Cortamos el pan en rebanadas y lo vamos friendo en el aceite caliente hasta que estén dorados.
Los ponemos a escurrir en un plato con papel de cocina y los rebozamos en el azúcar, al que podemos añadir un poco de canela.
También podemos mezclar vino con azúcar o hacer un jarabe flojo, y mojarlos en él.
Unos picatostes y una taza de chocolate, y ¡a desayunar!
Si os habéis levantado con ganas de preparar un desayuno suculento o queréis sorprender con una merienda especial, probad con estos Churros, o estos riquísimos roscos abuñolados ¡Y no dejéis de invitarme!
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